El Centro de Diagnóstico Integral “Bartolomé de las Casas” es una de las instituciones de salud del estado venezolano de Zulia, y se encuentra ubicada en la frontera con Colombia.
Allí los integrantes de una Brigada Médica Cubana, junto a sus colegas de la nación hermana, atienden a una población de muy bajos recursos, fundamentalmente comunidades indígenas con una idiosincrasia y cultura diferentes, pero con un eterno agradecimiento por los servicios que reciben a favor de su bienestar y calidad de vida.
La Doctora Lianne López Machado, médico de comunidad es de la provincia de Santiago de Cuba, tiene 32 años de edad y actualmente dirige este CDI.
Entre otros datos refiere que el centro “tiene cinco consultorios médicos, contamos con salas de terapia, observación, rehabilitación, servicios de odontología, electrocardiograma, impartimos docencia y todos estamos muy unidos para cumplir con el compromiso que nos trajo aquí, brindar salud y calidad de vida a la población”.
En la Parroquia Bartolomé de las Casas o las Piedras como también se le conoce, está enclavada la institución, donde hay un colectivo de profesionales con un alto sentido de pertenencia y compromiso por lo que hacen en nombre de la solidaridad y la convicción de entregarlo todo por otros seres humanos.
Así piensa también Ailín Martínez Surós, de la provincia Granma, Licenciada en Laboratorio Clínico y activista de Estadísticas del CDI “Bartolomé de las Casas”, donde llegó desde el pasado mes de octubre.
Ella reconoce que faltan recursos para realizar los exámenes-diagnóstico, sin embargo, esto no impide a los internacionalistas entregarse a fondo.
“Vivimos una experiencia nueva, esta es una población diferente, con otras costumbres, cada día recibo a pacientes que vienen a realizarse pruebas de hematocritos y parciales de orina y salen muy satisfechos, me llevo bien con mis compañeros cubanos y venezolanos, somos una familia”, nos dice.
Más adelante afirma que Venezuela es una gran escuela, pues, además de su especialidad de laboratorio clínico, se ha desempeñado como estadística del CDI, lo cual la obliga a seguirse capacitando, “por eso siento que he crecido como profesional y como ser humano al lado de un colectivo maravilloso”.
Para la Doctora Lianne, trabajar en esa zona fronteriza, dirigir una brigada de colaboradores, e incluso formar nuevos profesionales venezolanos en las ciencias médicas, es y será una página imborrable en su vida.
Al respecto, confiesa que “ha sido un reto, porque uno no viene con experiencia, yo nunca había dirigido ni había impartido docencia, ha sido una experiencia maravillosa que me llevo para toda la vida, la población está feliz y agradecida con la atención que recibe”.
Ailín, por su parte, también agradece esta etapa de su carrera profesional que le ha permitido servir a sus hermanos y especialmente, conocer a pobladores de comunidades indígenas, caracterizados por su bondad y por sus gestos de agradecimiento.
“Para mí ha sido fácil, yo soy una persona comunicativa, y estos pobladores necesitan de gente solidaria, aquí llegan y buscan a los cubanos, se identifican con nosotros, confían en nuestro trabajo y profesionalidad, los que están ingresados hablan con nosotros, y cuando reciben el alta, siempre regresan, les damos cariño y buscamos que se vayan complacidos. Esto es gratificante, son cosas que marcan a uno para toda la vida”, nos dice con honda emoción en nombre de una brigada que, en la frontera con Zulia, vive el honor de servir a los demás.