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En Cuba, siempre le hemos puesto el pecho a las balas

Casi al terminar el año los desafíos están sobre la mesa. Sabemos lo que nos falta, y el diseño del cómo enfrentar la soluciones están contempladas en la Estrategia de la gestión de Gobierno para reordenar la economía y eliminar distorsiones, aunque nadie ha dicho que sea fácil, pues concluye un año que, aun cuando se evidencian discretos avances, las insatisfacciones y preocupaciones de la población son evidentes.

El Noveno Pleno del Comité Central del Partido recién concluido, tuvo en síntesis dos enfoques esenciales. Uno en el cómo desde la labor de la organización política se exige el cumplimiento de lo que corresponde hacer a cada empresa o institución, y el otro, cómo también desde lo político se aseguran los procesos, en las nuevas condiciones en que tiene lugar la vida económica del país que impacta en lo social y sobre todo en la ideología.

Como coincidieran los participantes en el Pleno, hay que beber de las enseñanzas de Fidel y de cómo el país logró enfrentar momentos complejos en situaciones de crisis, atemperada a la realidad concreta del momento.

No podemos olvidar sin embargo, el escenario internacional de bloqueo recrudecido, crisis económica global, amenazas de guerra en el mundo,  todo lo cual crea un ambiente negativo en el entramado de una economía globalizada que, en el caso de nuestro país, tiene consecuencias multiplicadas.

Precisamente, ante ese enorme desafío no solo para resistir sino además de avanzar con creatividad, hay que seguir combatiendo, desterrando el pesimismo y forjando el espíritu colectivo de que vamos a salir de este momento por nosotros mismos. Pero hay que trabajar y hacerlo bien, con sistematicidad, codo con codo y uniendo todas las fuerzas entre las se imbrican los nuevos actores económicos no estatales.

Es la esencia de la estrategia de Gobierno asociada al reordenamiento de la economía y la eliminación de distorsiones, un asunto que depende de esfuerzos propios, aunque algunos de los diez objetivos contenidos en la estrategia se retarden un poco más en concretarse porque necesitan de condiciones objetivas para su materialización práctica.

Cada uno de los puntos de la agenda del Noveno Pleno analizado con mucha madurez e integralidad, no estuvo divorciado de este concepto.

Pero como la mirada del análisis fue esencialmente partidista no podríamos avanzar sin el papel de vanguardia que la organización política debe desempeñar en la sociedad y particularmente en los centros de trabajo, donde los procesos y la responsabilidad de hacer lo que toca individualmente está en manos de personas que deberán rendir cuenta ante sus núcleos del Partido y en el caso de estos últimos chequear y exigir responsabilidades.

Desde el componente económico han nacido desviaciones y tendencias negativas en la sociedad, que si bien igualmente están plenamente identificadas, necesitan un plan de acción, adecuado al momento histórico para poderlas atenuar y gradualmente transformar con el Partido a la vanguardia.

Es cierto que el barrage de propaganda contra Cuba ha ido a más, y que las redes sociales digitales constituyen la plataforma trampolín para generar contenidos de todo tipo de quienes no adversan o simplemente preocupaciones de la población. Pues ahí tenemos que estar los revolucionarios para explicar y argumentar también.

Trabajo por hacer queda y bastante, Pero el maná no caerá del cielo. Durante los últimos tiempos en condiciones muy adversas hemos tenido ejemplos heroicos sobre todo con nuestros trabajadores eléctricos, que sufren lo mismo que el resto de los cubanos, pero han puesto por delante la profesionalidad, el sentido del deber, la ética y el sentido de pertenencia para derrotar el pesimismo y buscar soluciones a cada problema.

Hacia estos buenos ejemplos debemos mirar, porque en Cuba siempre, como decimos en el argot popular «siempre le hemos puesto el pecho a las balas».

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