El Estado venezolano de Apure es tierra bendita por sus hermosos llanos, su flora y su fauna, sus producciones agropecuarias, sobre todo la ganadería. Ubicado al suroeste del país, estos parajes inspiraron a Rómulo Gallegos para escribir su inmortal novela “Doña Bárbara”, amén de una historia hermosa como las batallas libradas por los independentistas, el General José Antonio Páez y Pedro Camejo, más conocido como el teniente Negro Primero, caído en la Batalla de Carababo.
En esa región distante, limítrofe con Colombia, laboran las Brigadas Médicas Cubanas, hombres y mujeres de batas blancas que llevan amor a sus hermanos de esta tierra.
De acuerdo con la Doctora Arlén Lajes Batista, Jefa de las Misiones Sociales en Apure, el Estado cuenta con siete municipios, donde hay repartidos 11 centros de diagnóstico integral (CDi), 10 salas de rehabilitación, un Centro de alta tecnología (CAT), dos ópticas populares y cuatro puntos odontológicos.
Según explica “las enfermedades más comunes son la Hipertensión, ya que los apureños consumen muchas pastas, harinas, y carnes con mucha grasa, también pueden aparecer enfermedades típicas de zonas ganaderas como la brucelosis y otras infecciones por el contacto con el ganado”.
Más de 200 colaboradores cubanos están distribuidos por toda la región, y además de su labor asistencial, participan en la educación de la población y la prevención de enfermedades, estimulando una conducta más adecuada de los lugareños para proteger la salud.
“Una vez que nuestros colaboradores están ubicados en los CDI imparten charlas educativas junto a los colegas venezolanos para que la población cambie sus hábitos alimentarios y otras actitudes nocivas a la salud”, señala la Doctora Arlén.
Según refiere la experta, entre los colaboradores cubanos hay especialistas de varias ramas, como Diplomantes de Terapia Intensiva y de Ultrasonido, quienes se extienden hasta los CDI fronterizos con Colombia “Mártires del Amparo” y “José Antonio Grieco Saballa”, y a otro también distante como el del municipio Elorza.
Allí se realizan visitas mensuales para el intercambio por parte de la dirección de las Misiones sociales en el Estado con los miembros de la Brigada. Es evidente que el pueblo se siente muy feliz con la atención que reciben.
“Se sienten muy agradecidos por el trato que les brinda el personal de la brigada médica, y tienen información del profesionalismo y calidad de la medicina cubana”, añade la Jefa de las Misiones Sociales en la región.
Para esta especialista cubana, estar en Apure es una bendición “es algo significativo porque aquí viven personas pobres, que no tenían acceso a los servicios médicos, y es gratificante llegar a ellos y brindarles el amor que sabemos dar los cubanos”.
Esta experiencia la ha unido más a esta nación hermana, pues, según confiesa “uno se adapta y después que conoce a la población, sus costumbres, cultura, todo cambia, me siento como si estuviera en mi propia tierra”.
Hoy se fomentan los vínculos y lazos culturales que unen a los cubanos, sus colegas venezolanos y el pueblo. En Apure se siente, además del calor del clima, la calidez de su gente. Por eso la Doctora Arlén Lajes enfrenta cada día con amor los desafíos de dirigir este colectivo.
“Ha sido un reto, pero conocía el Estado, los colaboradores, hasta que escalé por cargos hasta la responsabilidad que asumo hoy, y aunque es complejo, aquí estamos para cumplir la tarea encomendada”.
Esos son los desafíos de una Brigada Médica que en Apure sigue escribiendo historia.
Detalles en la propuesta radial.