Manzanillo, Granma- Aunque no disfrutan de los tiempos de bonanza de portadores energéticos, fundamentalmente de petróleo para las embarcaciones, el colectivo de la Empresa Pesquera Industrial de Granma (Epigran) no permanece de brazos cruzados y hoy hace del uso eficiente la mayor de sus reservas.
Para ilustrarlo, Héctor Remón Fernández, director general de la entidad, expone que hasta abril habían dejado de recibir alrededor de las 122 toneladas de combustible diésel con una afectación directa de 50 millones de pesos al no capturar lo previsto en las especies de escama y camarón.
“Recibimos un poco de combustible por el municipio de Niquero y de allá trasladamos siete mil litros para Manzanillo lo que nos ha permitido, al menos, sacar siete barcos para lo que resta de mayo. Con esa cantidad de diésel aseguramos el inicio de la corrida del pargo en junio, que al menos las cuatro embarcaciones que pescan sierra se incorporen a aquellas faenas.
“Podríamos poner siete barcos en la corrida del pargo; la unidad niquereña hasta 15 porque están más cerca de la zona de pesca y además están mejor preparados y son más eficientes.”
No obstante, a eso, los hombres y mujeres de la industria pesquera de Manzanillo no permanecen impasibles y, para revertir aquellos números grises, miran con buenos dividendos hacia la diversificación de producciones, dice el director general.
“Cerramos abril con 2,2 millones de pesos en utilidades, gracias a que estamos procesando carne de cerdo y res haciendo, sobre todo, hamburguesas que se comercializan en la red de comercio, y además otros surtidos del primer alimento.
“También comenzó a dar frutos nuestra planta para elaborar pienso a base de los desechos de pescado y poseemos contratos con la empresa porcina y otras entidades. Esto le da trabajo a un grupo de obreros de la industria y genera ingresos considerables.”
Hace más de 22 años, Armando Milán Arévalo llegó a laborar a la empresa pesquera industrial de Granma. Primero se desempeñó como jefe de brigada, después fue especialista en energía y hoy es el director técnico de la entidad.
Desde esta posición, nos comenta que el área de industria y la casa matriz reducen 10 megas su consumo mensual, fruto de la estrategia que impulsan en cada una de las áreas.
“Tenemos alumbrado a base de led que, prácticamente se consume la mitad de la energía de antes. Los locales están climatizados con equipos eficientes, que ajustan su consumo a la necesidad de esa área.”
– Ustedes no descansan en las acciones de chequeo y control…
– “No, no, no. Eso es diario: leemos temprano el metrocontador de la empresa y conocemos el gasto. Diariamente en el horario pico se apagan los equipos acondicionadores de aire, solo se utiliza el alumbrado imprescindible y los jefes de áreas responden por ello. Hay una cultura del ahorro, y eso es muy bueno.”
Agustín Montero Cedeño lleva los genes familiares de la pesca en la sangre porque su padre y abuelo siempre trabajaron en la importante industria de la ciudad del Golfo de Guacanayabo.
Hoy, este muchacho que no llega a los 30 años de edad, director de la unidad empresarial extractiva Manzanillo, expone que trascurre un tiempo difícil, pero al que no es imposible vencerlo con inteligencia, creatividad, trabajo y eficiencia.
“Dándole mejor uso y racionalidad al combustible que tenemos. Marzo, abril y mayo fue un trimestre complejo y lo utilizamos en las embarcaciones más eficientes y en las zonas de pesca donde conocemos, de antemano, que hay un volumen de especies acorde a los rendimientos que nosotros necesitamos para el combustible que usamos en esa faena de pesca.”
La empresa pesquera industrial de Granma (Epigran) no escapa al complejo contexto energético por el que atraviesa nuestro país. Sin embargo, el colectivo, acostumbrado a esfuerzos colosales y tesón sin par, pone más y corazón, voluntad y empeño para que, en medio de las dificultades, la embarcación continúe surcando los mares de la eficiencia y la calidad.
Escuche y descargue desde nuestra plataforma de iVoox el trabajo de Roberto Mesa Matos.