El Cementerio de Colón se vistió de solemnidad y cariño al rendir homenaje al querido actor cubano Mario Limonta, quien dejó una huella imborrable en el corazón del pueblo cubano.
Familiares, amigos y admiradores se congregaron para despedir a este gigante de las artes escénicas, recordando su legado y contribución al mundo del teatro y la televisión en Cuba.
La ceremonia fue un emotivo encuentro que reunió a destacadas figuras del ámbito cultural. El Ministro de Cultura, Alpidio Alonso, y el Presidente del Instituto de Información y Comunicación Social, Alfonso Noya, estuvieron presentes para rendir tributo al artista.
Entre los asistentes se encontraban también los reconocidos actores Jorge Perugorría y Serafín García Aguiar, este último expresó:
Le agradezco muchísimo a Mario toda la ayuda que me prestó porque cuando yo llegué a la televisión, enviado por una selección nacional de las Fuerzas Armadas, junto con Rogelio Blaín, Manuel Porto, nos mandaron para la televisión en la década del 60. Uno de los primeros con quien traté y trabajé fue con Mario Limonta en los mambises, en toda la programación. Y Mario fue de los que me ayudó. Hay que recordarlo alegre porque era muy alegre y su familia también. Él y Aurora hacían una pareja espectacular.
Mario Limonta no solo será recordado por sus papeles memorables, sino también por su legado, que perdurará en el corazón de quienes lo conocieron y admiraron.
Su partida deja un vacío en la cultura cubana, pero su espíritu vivirá eternamente en cada rincón donde resonaron sus interpretaciones. Este homenaje no solo fue una despedida, sino la celebración de una vida dedicada al arte.
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