Con 100 millones de metros cúbicos (m³) en sus embalses, equivalentes al 28,4 por ciento (%) de los 347,5 millones de m³ que pueden almacenar, amanecieron hoy los embalses de Guantánamo, afectados por el incongruente clima del llamado Alto Oriente de Cuba.
La cifra guarda correspondencia con las precipitaciones de las casi dos decenas transcurridas del mes de enero, en que los pluviómetros registraron solo 15,1 milímetros (mm), menos de la quinta parte de los 81,5 mm que constituyen el promedio histórico para igual lapso.
Según el Puesto de Mando de la delegación de Recursos Hidráulicos, solamente sobrepasan la media provincial de agua embalsada las presas Faustino Pérez, principal abastecedora de esta urbe, y Los Asientos, en el valle de Caujerí, ambas al 42 y 38 %, respectivamente.
Esos porcentajes, si no elevados, tampoco son incongruentes para la fecha, a mitad del período cubano de menos lluvias (noviembre-abril).
Durante casi seis décadas en la provincia, donde radican dos de las cuencas hidrográficas de interés nacional (Toa, y Guantánamo-Jaibo), la sequía solo cede terreno en coincidencia con eventos hidrometeorológicos extremos.
Tanto es así que en el valle de Guantánamo, principal fuente de alimentos del Alto Oriente, donde radican sus dos embalses más prominentes (La Yaya y Jaibo), estos almacenan entre ambos apenas 80 millones de m³, menos de un tercio de los 280 millones de la capacidad conjunta de ambos.
Carlos Román González, director del Centro de Meteorología Provincial, explicó a la Agencia Cubana de Noticias que el déficit de humedad del mes en curso es similar al de 2022.
En esa etapa, aseguró, las cinco estaciones meteorológicas de la jurisdicción guantanamera y los pluviómetros de Recursos Hidráulicos registraron niveles de precipitaciones semejantes a los ahora prevalecientes.