Por: Armando Sáez Chávez
El uso de té e infusiones naturales es una práctica ancestral para la humanidad. Tales bebidas brindan una sensación reconfortante, al tiempo que, por lo general, permiten aliviar ciertos síntomas de malestares e incluso muestran un efecto terapéutico ante determinadas enfermedades.
Las especies vegetales para tal fin son diversas y de una gama muy amplia. Hoy haremos mención a uno de esos brebajes no tan común, aunque sus ingredientes están a la mano de cualquiera, se trata del té de hojas del limonero.
Historia y trascendencia
En la antigüedad ya se sabía de las hojas de limón (melissae folium), y desde entonces eran utilizadas como plantas medicinales que brindaban un tratamiento contra malestares estomacales y cardíacos, así como un remedio para los nervios y las flatulencias.
En el sitio web clarin.com se hace referencia a que fue en la Edad Media que los monjes comenzaron a preparar vinos y licores a partir de las hojas de limón y a usarlos principalmente como un bálsamo digestivo contra la inflamación gastrointestinal.
“Gracias a sus efectos curativos, precisa el artículo, se decretó por orden de Carlomagno que la especie debía cultivarse en cada convento de Europa. En esos tiempos, el aceite esencial de dicho arbusto llegó a ser descrito como “oro líquido” debido a su alto costo”.
En la actualidad, las hojas de limón siguen usándose para aliviar la inflamación gastrointestinal. Además, son populares para calmar los nervios. Cuenta con un efecto relajante que sirve para tratar el insomnio y la sensación de tensión, lo que a su vez ayuda a prevenir molestias de índole digestivas posteriores.
En tanto, se ha comprobado que ingerir esa infusión protege el tracto gastrointestinal además de prevenir la inflamación en el aparato digestivo ya que tienen un efecto antiinflamatorio. Asimismo, posee una potente actividad antiviral contra el germen Herpes simplex.
Ese follaje del limonero se usa en la obtención de aceites esenciales. Estos extractos contienen químicos como los taninos, considerados responsables de los efectos antivirales de la planta. Los componentes, de igual modo, incluyen terpenos, la fuente principal de sus efectos relajantes. Otro ingrediente activo es el eugenol, que calma los espasmos musculares, adormece los tejidos y elimina las bacterias.
Para preparar un té de ese tipo se recomienda lavar las hojas (dos o tres) y córtalas en trozos pequeños. Colocarlas en una olla y agregar dos tazas de agua. Llevar el líquido a ebullición, bajar el fuego a medio-bajo y dejar que las hojas se cocinen de cinco a siete minutos. Retirar del fuego y colar el líquido para separar las partes sólidas. Servir caliente con el endulzante a gusto. Lo ideal será tomar de dos a tres tazas por día, para aprovechar sus contundentes beneficios.
Sepa que la palabra “Melissa” puede traducirse como “abeja melífera”. La raíz viene del griego “meli”, que significa “miel”. Las hojas de limón resultan atractivas para los laboriosos insectos debido a su fuerte esencia. Debido a esto, esas partes del limonero se usan para crear contenedores para las colmenas.