El inicio de la Segunda Guerra Mundial fue resultado de una serie de acontecimientos gestados desde el final mismo de la Gran Guerra, agudizados con el ascenso al poder del Partido Nacionalsocialista (Nazi) y de Adolf Hitler como canciller Alemania en 1933, y la instauración del Tercer Reich.
El Tratado de Versalles, que puso fin a la Primera Guerra Mundial, impuso duras condiciones a Alemania, que además de aceptar la culpabilidad por la guerra, tuvo que ceder territorios y pagar enormes sumas de dinero en reparaciones de guerra a los vencedores.
Estas medidas generaron un gran resentimiento en la población alemana y en su líder, Adolf Hitler, quien se propuso restaurar la grandeza de su país y expandir su territorio e influencia en Europa.
Uno de los primeros pasos que dio Hitler fue la anexión de Austria y los Sudetes, una región de Checoslovaquia con una importante población germano parlante.
La respuesta de las potencias europeas fue el apaciguamiento. En la Conferencia de Múnich en 1938, Gran Bretaña y Francia acordaron que Alemania podía anexarse los Sudetes a cambio de un compromiso de no invadir el resto de Checoslovaquia.
Esta evidente debilidad de las potencias imperialistas occidentales fue percibida por el dictador alemán como una oportunidad perfecta para seguir con sus planes expansionistas…
Es por ello que en marzo de 1939 ocupó el resto de Checoslovaquia, al tiempo que fingía un pacto de no agresión con la Unión Soviética, primer paso en su plan de invadir Polonia, el primero de septiembre de 1939.
La invasión de Polonia fue el detonante de la Segunda Guerra Mundial. Gran Bretaña y Francia, que habían prometido apoyar a Polonia en caso de una invasión, declararon la guerra a Alemania el 3 de septiembre. Días después, la Unión Soviética atacó Polonia desde el este, ocupando gran parte del territorio antes de la caída de Varsovia en manos nazis el 28 de septiembre.
La guerra se extendió rápidamente por Europa, con la invasión de Dinamarca, Noruega, Bélgica, Luxemburgo, Países Bajos, Francia y Gran Bretaña por parte de Alemania, Italia y Japón.
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