Santiago de Cuba volvió a ajustar la gratitud en el reloj del heroísmo. La ciudad recordó los cien años de la repatriación de los restos de Mariana Grajales Cuello, exhumados en el cementerio católico Saint Andrews de Kingston, Jamaica, el 22 de abril de 1923, y trasladados a la Patria en el crucero Baire.
La especialista principal del Centro de Interpretación del Patrimonio Funerario en Santa Ifigenia, Martha Hernández Cobas, significó el establecimiento por el Ayuntamiento de Santiago de Cuba de una comisión encargada de traer a su tierra los despojos gloriosos de la madre de los Maceo, como en el momento de su muerte lo reclamó José Martí.
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Martha Hernández Cobas subrayó la inserción del conjunto monumentario Madre Ceiba, a la memoria de la madre de los Maceo, en el conmovedor Altar de la Patria del cementerio de Santa Ifigenia, donde están los restos del Apóstol José Martí, del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes, del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, de los moncadistas, de los héroes de la lucha clandestina y de los caídos en las honrosas misiones internacionalistas.
La investigadora y pedagoga rememoró que hace exactamente cien años, el pueblo acudió masivamente al Salón de Sesiones del Ayuntamiento de Santiago de Cuba donde en capilla ardiente fueron expuestos los restos de la extraordinaria patriota el 23 de abril de 1923, y al día siguiente en el funeral cubano en la necrópolis de la entonces capital oriental.
Mariana Grajales Cuello nació en Santiago de Cuba el 12 de julio de 1815, y falleció a la edad de 78 años el 27 de noviembre de 1893 en Kingston, Jamaica, a consecuencia del Mal de Bright (una afección renal) y una congestión pulmonar.
