No debemos olvidar también cómo influye el arte en la formación de valores; por ejemplo, a través de una obra de teatro, una canción, u obra plástica, de manera rápida se movilizan sentimientos y emociones.
La educación estética y artística constituye un componente esencial centro de la formación de los escolares y se puede denominar un elemento imprescindible en la vida de la escuela y de la formación de las más nuevas generaciones.
Esa área es la que aporta a los sentimientos, las emociones, al gusto estético, así como, al comportamiento de las personas y las relaciones entre ellas y está dirigida a enriquecer la espiritualidad.
José Martí afirmó que el arte es el modo más corto de llegar al triunfo de la verdad. De lo anterior se deriva que por su trascendencia la educación artística forma parte de los planes de estudios de la enseñanza primaria y secundaria básica.
Otros espacios de la escuela donde está presente la educación artística son también el matutino, los actos revolucionarios, el vínculo de los estudiantes con las instituciones culturales del territorio, como son los museos y las casas de cultura, entre otros.
No debemos perder de vista que el componente artístico es imprescindible para lograr una personalidad plena e integral más aún si se trata de alcanzar una cultura general integral.
Los instructores de arte constituyen un componente muy importante en el objetivo de convertir a las escuelas en los centros culturales más importantes de la comunidad, ya que con un especialista con formación profesional en las diferentes manifestaciones artísticas se puede hacer un trabajo más dirigido e intencionado; puso de ejemplo realizar un diagnóstico sociocultural de la escuela que incluye a los profesores y a los niños con aptitudes para el arte y a partir se diseña el trabajo de los instructores.
Algunos de los objetivos más importantes de los instructores de arte, son entre otros, el trabajo de apreciación de las diferentes manifestaciones artísticas con todos los estudiantes de la escuela; además, de los talleres de creación, que se realizan después del horario docente.
Contenido de su labor es también el mejoramiento del entorno visual y sonoro de la escuela, imprescindible para formar el buen gusto, la preparación del personal docente en función de que valoren cómo el arte, ya sea a través de una obra de arte o una obra de teatro que se relaciona con la materia que se imparte y puede hacer más atractivas las clases.
Tengamos en cuenta que algunas funciones de los instructores de arte son
promover el vínculo de los estudiantes con instituciones culturales y artistas e intelectuales de la comunidad, el apoyo al programa de la lectura y la utilización eficiente de los medios audiovisuales que tienen las escuelas. Esos jóvenes profesionales de la cultura desarrollan el gusto por las manifestaciones artísticas y crean hábitos culturales en los niños, adolescentes y jóvenes de todas las enseñanzas.