Eduardo Anderson, el tunero del contingente Ho Chi Minh

Las Tunas, – Cuando la guerra de resistencia anti yanqui por la salvación del pueblo vietnamita, estaba en su etapa más encarnizada en el año 1973, los indochinos que recibían la visita de Fidel se llenaban de fervor con aquello de que por Vietnam Cuba está dispuesta a dar hasta su propia sangre.

Es por ello que el Líder Histórico de la Revolución cubana indicó la formación del Contingente Ho Chi Minh integrado por más de mil constructores con el propósito de ayudar a reconstruir la hermana nación que había sido destruida casi en la totalidad por la guerra biológica y química del imperialismo yanqui que constituyó todo un genocidio.

Entre estos constructores cubanos se encontraba el villazulino de la comunidad costera El Socucho ya fallecido Eduardo Anderson de la Rosa.

En una visita a su hogar costero hace unos años cuando aún se desempañaba como delegado de aquella comunidad costera se estribaba en una butaca de madera en la medida en que iba penetrando en la memoria. De esta manera posibilitar el relato de aquellos días en  la tierra de los anamitas como decía Martí, para enumerar los 150 mil millones de dólares empleados por los Estados Unidos para devastar el 70 por ciento de los poblados del norte.

Con palabras entrecortadas aquel mulato de mediana estatura, distinguió 4 millones de vietnamitas perdieron la vida pero que, nada pudo impedir aquella victoria del 30 de abril de 1975, en que Saigón fue liberado finalmente por los revolucionarios que emprendieron la gloriosa marcha bajo el principio de que el Partido dirige, el Estado Administra y el Pueblo es dueño.

A más de 50 años de aquella visita de Fidel a Vietnam, Eduardo recuerda el fluido ambiente comercial, el fortalecimiento del programa inversionista. Así como el auge de las relaciones con el exterior y el desarrollo de los programas de la salud y la educación que, constituyeron la base del próspero progreso de un pueblo que tuvo que enfrentar tareas muy difíciles para borrar las secuelas de los constantes bombardeos y la terrible destrucción.

Todavía se habla del arrojo de más de 7 millones de toneladas de bombas, 3 veces más que las utilizadas durante la segunda guerra mundial.

Aquel puertopadrense tiró de la silla bruscamente en un torrente energético para desde de pie expresar que más de 60 mil soldados norteamericanos invasores fueron a perder la vida por las ansias de dominación universal del imperio.

Ellos no pudieron resistir el heroísmo del pueblo y las Fuerzas Armadas que dirigidas por el Partido Comunista y el glorioso Ho Chi Minh consolidaron la victoria definitiva.

Hablando de los cueros percutidos, las campanas, los tambores y las danzas de nuestras ruidosas fiestas carnavalescas, se remontó a abril de 1975 cuando el pueblo vietnamita salió a las calles a disfrutar el triunfo.

El tunero del Socucho en la villa azul de los molinos, Puerto Padre, Eduardo Anderson de la Rosa formó parte e aquel contingente Ho Chi Minh que, por iniciativa del Líder Histórico de la Revolución cubana, Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, apoyó la reconstrucción del heroico pueblo de Vietnam.

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