La Doctora venezolana Rosa Elena Ramos lleva en el corazón a Cuba y a la Escuela Latinoamericana de Medicina, donde se formó como excelente profesional y mejor ser humano.
Aún evoca aquel encuentro con Chávez en la isla amada, pues ella, pequeña de estatura, casi no podía divisar al Comandante en aquel encuentro del Presidente Bolivariano con los jóvenes estudiantes “y aquel día que estábamos dialogando con nuestro querido líder, yo le gritaba “es que no me veo”, y él me dice “es que eres muy chiquita, ¿Por qué estás allá atrás?, hasta que por fin pude llegar hacia él y abrazarlo; tampoco olvido cuando Fidel vino a Venezuela, me escapé del Liceo para verlo, tremenda emoción, yo siempre he dicho que hay que ser madurista, fidelista, chavista, pero sobre todo, más importante, hay que ser buena revolucionaria, yo decía que si un día el Comandante Chávez no estaba, había que seguir para defender esto, y es lo que ha sucedido, aquí estamos nosotros que continuamos su obra”.
La actual Directora del Área de Salud Integral (ASIC) Pinto Salinas II en el Distrito Capital, Caracas, estudió Medicina Familiar cinco años en Cuba entre el 2008 al 2012.
Fue la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), donde pudo convertirse en una profesional dispuesta a servir al mundo. Allí adquirió conocimientos, ganó en conciencia, participó en Festivales de Aficionados, y fue líder de la Federación Estudiantil Universitaria.
“En el año 2008 preguntan quién quería estudiar Medicina en Cuba, y yo levanté mis manos, cuando llego a la isla, me insertaron en el Proyecto ELAM y fue una experiencia nutritiva, yo sentí que era un pajarito que le abrían la jaula y salía volando, pertenecí a la FEU, (Federación Estudiantil Universitaria) también creamos la Fundación “Robándole una sonrisa a un niño con cáncer”, y en el proyecto nos apoyaba la Embajada con regalos para esos niños enfermos”.
Luego fue enviada a la Facultad de Ciencias Médicas de Matanzas, donde consolidó su formación “una formación única, es lo que ha hecho que muchos de los que nos formamos en Cuba sigamos el legado de Chávez y de Fidel y formando a nuevas generaciones para que un día asuman estos espacios que ocupamos nosotros”, señaló.
Aprender del humanismo que entraña esta carrera, entregarse a su pueblo, fueron lecciones que la Doctora Rosa Elena jamás ha olvidado.
“Ha sido una formación humanitaria que nos lleva al contacto con el paciente, cuando Chávez inicia Barrio Adentro para nosotros fue importante y aleccionador, una experiencia que debemos mantener por siempre en unión con ustedes los cubanos, y aún podemos hacer más, ganar conciencia, comprender que la Medicina Comunitaria entraña nobleza y solidaridad”, resaltó.
Según sus criterios, la Escuela Latinoamericana de Medicina sigue echando raíces, porque se ha extendido a Venezuela, donde se forman jóvenes de más de sesenta naciones, siempre defendiendo el concepto de llegar dentro de las comunidades, con la prevención y promoción de salud como principio, “si entendemos estas ideas, haremos de Venezuela un fuerte sistema de salud a nivel mundial”, auguró.
Hoy está feliz de dirigir un equipo de especialistas cubanos y venezolanos unidos en un mismo objetivo, con un trabajo integrado que ha posibilitado brindar una atención sanitaria de más calidad. En estos siete años de ejercicio de la profesión le han permitido estar cara a cara con su pueblo, la mayor retribución a quienes la inspiraron.
“No tengo palabras para agradecer, porque Cuba me formó como profesional y como ser humano, esos profesores siempre podrán contar con nosotros. Para mí estudiar Medicina en la ELAM ha sido un crecimiento, y una de las experiencias más lindas que siempre guardo, haber abrazado a Chávez y haber representado a mi país de la forma en que lo hice”, expresa con lágrimas en el rostro.
Desde su querida Venezuela, la Doctora Rosa Elena Ramos tiene la certeza de que la Escuela Latinoamericana de Medicina y Barrio Adentro le dieron alas para volar.