Hasta el barrio Moro-Portocarrero, una de las doce comunidades que actualmente se transforman en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, llegó este viernes el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
En esa barriada, perteneciente al Consejo Popular Mantilla, el Jefe de Estado fue recibido por las máximas autoridades locales del Partido y el Gobierno.
El primer intercambio se realizó en el Complejo Cultural, recientemente construido para fomentar también los necesarios cambios espirituales -como insistió el presidente cubano- que necesitan los habitantes de este barrio enclavado en el sur de la capital cubana.
El mandatario conoció que, en menos de un año, se ejecutaron significativas obras sociales: se asfaltaron calles, se recuperaron redes hidráulicas y sanitarias, se remozaron construcciones claves para la comunidad como la bodega, la farmacia, el consultorio médico, el local para el sistema de atención a la familia…
Luego de escuchar la detallada explicación, Díaz-Canel pidió recorrer el barrio para constatar los avances de este proceso de transformación que está en pleno apogeo.
Cientos de vecinos esperaban para saludarlo, como una cubana que expresó su gratitud, desde el balcón del quinto piso de un edificio familiar, totalmente rehabilitado.
Díaz-Canel preguntó a todos: «¿Mejoraron?». Y agregó: «Hay que seguir haciendo más cosas».
A unos metros de allí, una multitud de pueblo recibió al Presidente de la República, quien comentó: «El barrio ha ido mejorando y ha sido a través de las prioridades que ustedes propusieron. Entonces, les pido que todo lo que se haga, se haga bien, con calidad; y que ustedes ayuden a controlar todo lo que se haga, para usar bien los pocos recursos que tenemos. Hasta ahora se han hecho cosas con calidad y se van a seguir haciendo. El tema es trabajar y buscar la prosperidad que merece el pueblo».
El Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez constató los avances constructivos, sociales y de diversas esferas que anteriormente le habían explicado. Visitó, incluso, el interior de nuevas viviendas que hoy se levantan en esa comunidad.
Allí, otra vez, el mandatario dialogó con el pueblo: «Con lo que hemos visto nos parece que va avanzando el barrio, se están mejorando cosas. No hemos acabado todavía, pero insisto en que ustedes tienen que participar, cuidar todo lo que se va haciendo, velar que todo se haga con calidad, y que todo esto nos dé bienestar. Vamos a seguir a pesar de que los tiempos están complejos, pero la decisión de nosotros tiene que seguir siendo avanzar».
Centenares de vecinos de la barriada habanera conocida popularmente como El Moro, han sido beneficiados con estas transformaciones sociales, entre ellos, la madre de cinco hijos Yolanda Echevarría, quien ahora es propietaria de una espaciosa y confortable vivienda.
También Isis Castellanos, quien desde hace 49 años vive en El Moro, destacó cuánto se ha hecho para transformar el barrio y el camino que todavía queda por recorrer.
Más de seis mil personas residen en el barrio Moro-Portocarrero, en el habanero municipio de Arroyo Naranjo. El presidente Díaz-Canel estuvo allí, en esa comunidad que hoy cambia su rostro, que se transforma con la voluntad del gobierno y la participación activa de su gente.
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