La Fe, Isla de la Juventud- La Fe es el segundo mayor asentamiento de la Isla de la Juventud, un poblado eminentemente agrícola ubicado al centro sureste de Nueva Gerona y a una distancia aproximada de 17 kilómetros de la ciudad.
Hasta ese pinero Consejo Popular llegó este miércoles el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República Miguel Díaz-Canel Bermúdez, como parte de una intensa agenda de recorridos que realiza por todos los territorios de Cuba.
Desde que se inició el 2024, esta es la tercera ocasión en la que el mandatario visita centros económicos y sociales del municipio especial, junto a Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y secretario de Organización del Comité Central.
Potenciar el agroturismo es el objetivo principal de la Finca “Agua Santa”, proyecto de desarrollo local creado e impulsado por la familia Rives-Rivas. Hasta esa instalación agroecológica llegó el Jefe de Estado y recorrió algunas de sus áreas, que ocupan casi una hectárea y media de tierra.
Este proyecto -único de su tipo en el territorio- integra la producción de alimentos, fuentes renovables de energía, protección ambiental y el turismo rural. Aquí existen ofertas de alojamiento, gastronomía, recreación, descanso y capacitación, además de los surtidos provenientes de una microindustria artesanal que funciona desde 2021.
El mandatario dialogó amenamente con los promotores del proyecto y sus trabajadores, se interesó por las producciones de la microindustria donde se elaboran jugos, conservas, dulces, vinagre, puré y pulpa.
«¿Ustedes lo venden todas las semanas en el mercado?», indagó el mandatario. Y le explican, entonces, que siempre que cuenten con los productos, realizan las ventas para los trabajadores de varias empresas, al tiempo que mantienen como destinos un hogar de ancianos y otro materno.
«Esto demuestra que se pueden hacer buenas cosas en cualquier lugar», enfatizó el Presidente. Al recorrer “Agua Santa”, Díaz-Canel también preguntó acerca de las ofertas recreativas que tiene el lugar. En medio de la semana de receso escolar, un grupo de estudiantes de la enseñanza primaria que asisten a clases en el aula ecológica, enfocados en los temas medioambientales, también compartieron unos minutos con el presidente cubano.
En la finca todo es rústico: los bancos, las mesas, los columpios del parque infantil… todo proviene de la naturaleza. Luego de recorrer sus áreas bajo una tenue llovizna, los visitantes constataron cuánto se puede lograr para el bienestar de las personas, con el conocimiento y la voluntad de quienes dedican su tiempo a las labores del campo.
Esas fueron quizás las motivaciones para que Díaz-Canel escribiera en el Libro de visitantes: «Es una experiencia agradable reconfortante y única lo que se experimenta al visitar este hermoso lugar, parte de un programa de desarrollo local que conjuga la belleza de la campiña cubana, la armonía con la naturaleza, la cultura, el detalle, el buen gusto y la creatividad, en función del desarrollo económico y social de la comunidad. Experiencias así nos demuestran que con su trabajo, talento y compromiso se pueden superar las adversidades y crecer es una excelente experiencia que debemos multiplicar. Esta es la expresión de la resistencia creativa».
Seguidamente, el presidente cubano visitó la Unidad Empresarial de Base Lácteo ISLAC, donde conoció las potencialidades de la industria, cuyas cinco líneas de producción en estos momentos no aprovechan todas sus capacidades debido a la falta de materia prima.
Díaz-Canel sugirió a los directivos que esta entidad pudiera convertirse en una mediana o pequeña empresa estatal que permita más autonomía en la gestión, aumento de la producción, incremento de las utilidades y que reporte más beneficios para los trabajadores.
Otro sitio de la geografía pinera que demuestra cuánto se puede hacer con esfuerzo propio es el organopónico “La Celia”, ubicado en la periferia de la ciudad de Gerona. Estas tierras, en apenas 46 días, según explicó el Primer Coronel Rigoberto Machín Pulido, jefe del Sector Militar Especial, lograron una sorprendente transformación en manos de oficiales y soldados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Varios cultivos ya se cosechan allí y su destino es el pueblo: la venta a la población en los mercados y el suministro a la casa de niños sin amparo filial y a círculos infantiles. Cuatro hectáreas conforman en total estas áreas, dos de las cuales están exclusivamente dedicadas a la producción de hortalizas, entre las cuales se destacan acelga, col, lechuga, pepino y rábano.
Más tarde, durante la reunión final con las principales autoridades del Partido y el Gobierno en el municipio especial, el presidente Díaz-Canel valoró que «esos lugares que han comenzado a transformarse demuestran que cuando se conjugan trabajo y talento, es posible salir adelante y superar los obstáculos».
Ciertamente, esta visita ratifica que, en la Isla de la Juventud, aunque queda mucho por transformar, varios de los proyectos recorridos dan fe de que el territorio pinero va siendo referencia de cuánto se puede hacer en función del desarrollo de Cuba.
Detalles en la propuesta radial.