Día Mundial del Síndrome de Down

Día Mundial del Síndrome de Down

A través de programas de atención temprana, inclusión educativa o formación para el empleo, se crea un entorno inclusivo donde todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan alcanzar su máximo potencial y disfrutar de una vida plena.

El síndrome de Down es un trastorno genético causado por la trisomía del cromosoma 21 o de una parte de él. Se caracteriza por un grado variable de discapacidad intelectual y unos rasgos físicos que le dan un aspecto reconocible.

Sin embargo, cada persona es única y posee un conjunto diverso de habilidades y fortalezas que, bien trabajadas, pueden repercutir en avances notables y garantizar unos niveles más que aceptables de independencia y autonomía personal.

En Cuba existen escuelas especiales que atienden esa discapcidad en las que se comprueba que una atención educativa lo más temprano posible, así como un entorno familiar armonioso hacen el milagro de que un niño o niña Sindomre Down alcance  un óptimo desarrollo físico e intectual.

Debe su nombre a John Langdon Down, que fue el primero en describir esta alteración genética en 1866, aunque nunca llegó a descubrir las causas que la producían. En julio de 1958, un joven investigador llamado Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración en el mencionado par de cromosomas.

No se conocen con exactitud las causas que provocan el exceso cromosómico. Sin embargo, los factores de riesgo que los padres hayan concebido un hijo con síndrome de Down, son que cualquiera de los padres sea portador de la translocación genética para el síndrome de Down, y la edad avanzada de la madre.

Según afirman los expertos: la probabilidad de concebir un hijo con Síndrome de Down aumenta gradualmente después de los 35 años, debido a que el accidente genético de la división cromosómica anormal es más común en los óvulos más antiguos.

Las personas con Síndrome de Down tienen mayor probabilidad de padecer algunas enfermedades con respecto al resto de la población, especialmente de corazón, aparato digestivo y sistema endocrino

Interesante resulta conocer que ellas están capacitadas para desarrollar un gran número de habilidades, tanto cognitivas como sociales. Es importante señalar que, al igual que ocurre con cualquier persona, estas habilidades pueden cambiar de un caso a otro. Por eso el enfoque individualizado es clave a la hora de conseguir avances.

Algunas de las habilidades en la que podemos trabajar para mejorar la calidad de vida son las siguientes: las personas con Síndrome de Down pueden desarrollar emociones sólidas, como la empatía y la capacidad de establecer relaciones significativas con los demás.

Desde una edad temprana, es importante fomentar el desarrollo del lenguaje y la comunicación en niños y niñas con síndrome de Down.

Las adaptativas son aquellas que permiten a las personas vivir de manera independiente y participar plenamente en la sociedad. Esto incluye habilidades prácticas como la higiene personal, la gestión del tiempo y el manejo del dinero.

Las motoras y psicomotrices se refieren a la capacidad de controlar los movimientos del cuerpo y coordinar acciones físicas y mentales. Si bien algunas personas con síndrome de Down pueden enfrentar desafíos en este ámbito, muchas pueden tener habilidades motoras y psicomotrices perdurables con el tiempo y la práctica.

La comunicación puede fomentarse a través del uso de señas, imágenes y otras herramientas de comunicación alternativa, así como mediante la interacción verbal y el juego.

Las habilidades motoras y psicomotrices se refieren a la capacidad de controlar los movimientos del cuerpo y coordinar acciones físicas y mentales.

Esos niños primero, y adultos con el paso del tiempo, se caracterizan por ser amorosos con sus familiares, amigos y otros vecinos de la comunidad a la que se integran, lo que les permite tener una vida feliz.

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