El Apóstol de la independencia, calificó de orgullo de Cuba a Antonio Bachiller y Morales. Parece un juicio que recorre en homenaje a quien lleva en su fragua espiritual toda la eternidad que se adelanta. A la memoria de ese gran cubano acendrado en el americanismo, la fecha de su nacimiento en La Habana, el 7 de junio de 1812, define el Día del Bibliotecario Cubano.
Hay en nuestros días un nombre para quien la biblioteca pasa a ser sin falta su propio hogar. La Doctora en Filosofía y Letras, Araceli García-Carranza Bassetti, sabe mejor que nadie que la casa de los libros supone un espacio entrañable para la palabra del panteón patriótico y literario de la nación.
Premio Nacional de Investigación Cultural 2003, la renombrada intelectual cubana Araceli García-Carranza Bassetti, es autora de biobibliografías ejemplares sobre eminentes autores cubanos, entre ellos Emilio Roig de Leuchsenring, Fernando Ortiz, Alejo Carpentier, Roberto Fernández Retamar y Eusebio Leal Spengler.
El origen del Día del Bibliotecario Cubano se remonta a 1950, cuando por iniciativa del periodista cubano César García Expósito se concibió un homenaje a Antonio Bachiller y Morales, patrocinado por la Oficina del Historiador de La Habana y de la Sociedad Cubana de Estudios Históricos e Internacionales, ambos bajo la dirección del etnólogo, ensayista y periodista Emilio Roig de Leuchsenring.
El 7 de junio devino celebración oficial, a partir del Decreto número 86 de 1981, expedido por el Gobierno Revolucionario, fecha del natalicio en 1812 del eminente profesor, historiador, periodista, jurisconsultor, bibliógrafo y americanista, autor de ensayos capitales sobre la América precolombina, la Filosofía y el Derecho, la agricultura, y la cultura arahuaca en las Antillas Mayores y en las Lucayas.