La Habana- Especialistas y estudiosos de la vida y obra del Comandante Ernesto «Che» Guevara (1928-1967) coincidieron hoy, en esta capital, sobre la pertinencia de la visión económica del legendario guerrillero argentino-cubano aplicada a la actualidad.
Como parte del ciclo de debates sobre la validez y vigencia de las ideas del Guerrillero Heroico, realizado en el Centro de Estudios que lleva su nombre y dedicado en esta ocasión a su dimensión económica, los presentes llegaron a la conclusión de la necesidad de profundizar de manera más rigurosa y sistemática en el tema.
En el panel, a cargo de los investigadores José Luis Rodríguez y Carlos Tablada, detallaron el complejo escenario donde se desarrolló esta faceta del combatiente y estadista, marcado por las responsabilidades que asumió tras el triunfo revolucionario (1959) y las crecientes contradicciones existentes entre los bloques socialista y capitalista, y hacia lo interno del socialismo.
Rodríguez señaló como una preocupación pilar en los apuntes del Che, aquellos en los que enuncia el conflicto palpable entre la reproducción material de la existencia, heredadas de una sociedad de consumo, y la urgencia de crear una nueva mentalidad obrera, concepto finalmente acabado en su texto El Socialismo y el Hombre en Cuba.
Según precisó, el ideario del Che Guevara al respecto parte desde la certeza de que esos cambios solo se lograrán a mediano o corto plazo como factor de mayor complejidad en el proceso de construcción de la sociedad socialista, como alternativa de la concepción hegemónica capitalista.
Refirió la capacidad casi profética de sus análisis para advertir el peligro de la coexistencia de las relaciones mercantiles-monetarias, sin llegar a descartarlas, con el Socialismo y su planificación centralizada de la economía, contradicción que le permite elaborar un atisbo crítico sobre el futuro de la Union Soviética y el campo socialista y predecir su regresión al capitalismo en fecha tan temprana como 1965.
También cuestionó criterios que desacreditan o vulgarizan su pensamiento al calificarlo de idealista, falto de contacto con la realidad o revisionista, que demuestran lecturas incompletas o parcializadas de sus escritos, donde llega a plantear la competencia entre el sector estatal y no estatal como dinamizador de la economía y el papel del Estado y el Partido en la regulación de las relaciones de producción, entre otras cuestiones.
En sintonía con esta argumentación, Tablada subrayó como su mayor virtud la capacidad de proyectar un sistema integrado de la economía con presencia de las dimensiones sociales, ideológicas y políticas, siempre atento a que la centralización no significara una marginación del pueblo del poder real.
Destacó que el Che no se limitó solo a la crítica, practicante de la autocrítica en primer lugar, sino que cimentó ese rasgo de su carácter a base de acción y ejemplo personal.
Tablada consideró el calado de este rasgo, junto a sus contribuciones teóricas y el liderazgo indiscutible del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, como los elementos de mayor peso en la supervivencia del modelo cubano tras el desmerengamiento del campo socialista en los años 90.
La experiencia socialista del siglo XX, más centrada en interpretar la realidad que en transformarla, debería releer sus notas si tiene intención de convertir la doctrina tradicional del marxismo en una herramienta de liberación, tal y como el Che la preveía, agregó.
Como reflexión final los estudiosos insistieron en la labor de divulgación y estudio de sus obras y discursos, que aunque la actualidad se dedican empeños a esto siguen siendo insuficientes en comparación a cuanto puede aún aportar su legado.
Al encuentro asistieron Aleida March, directora de la institución, y Aleida Guevara March, hija del destacado combatiente internacionalista.
Paneles de debate previos se dedicaron a otros temas trascendentales como el ideario político del Che, su lugar en la transición socialista cubana y sus precisiones sobre el ejercicio de la democracia en el Socialismo.
(Fuente: ACN)