Washington- La desnutrición en las primeras etapas de la vida prepara el terreno para un crecimiento deficiente y la muerte, según un artículo publicado hoy en la revista Nature.
El estudio realizado por científicos de la Universidad de California, Estados Unidos, mostró que una mejor nutrición durante el embarazo y los años de fertilidad es fundamental para proteger a los niños durante sus primeros mil días más vulnerables.
En 2022 más de uno de cada cinco niños en todo el mundo (casi 150 millones) no consumieron suficientes calorías para crecer normalmente, y más de 45 millones mostraron signos de emaciación o pesaban demasiado poco para su altura.
Más de un millón de niños mueren cada año como consecuencia de la emaciación y más de 250 mil fallecen por retraso del crecimiento.
Las personas que experimentaron retraso en el crecimiento y emaciación en la niñez también pueden experimentar un peor desarrollo cognitivo, lo que se traduce en peores resultados económicos en la edad adulta.
El retraso del crecimiento, o ser demasiado bajo para su edad, indica desnutrición crónica, mientras que la emaciación (bajo peso para la altura) mide la desnutrición aguda.
La comunidad sanitaria mundial utiliza ambas indicaciones para monitorear el progreso hacia el fin de la desnutrición.
«Los niños cuyo crecimiento comienza a fallar antes de los seis meses tienen muchas más probabilidades de morir y mucho más probabilidades de sufrir formas graves de retraso en el crecimiento cuando tienen entre 18 y 24 meses de edad», dijo el autor principal del artículo, Benjamin Arnold, profesor asociado de la Fundación Francis I. Proctor de esta universidad.
Añadió que esto sugiere que hay un período muy limitado en el que podemos intervenir, idealmente en el período prenatal y, además, indica que se necesitan intervenciones más amplias para mejorar la nutrición entre las mujeres en edad fértil.
«Nuestros hallazgos sugieren que si las intervenciones de salud no se realizan antes de los seis meses de edad, será demasiado tarde para prevenir el retraso del crecimiento en aproximadamente un tercio de los niños de las poblaciones representadas en este estudio y hasta la mitad de los niños del sur de Asia», afirmó Arnold.
(Fuente: Prensa Latina)