Como siempre, la muestra expositiva abre expectativas entre los representantes de las naciones que participan porque es un espacio de oportunidades para conocer posibilidades de inversiones en Cuba y también para establecer alianzas, que es lo mismo que decir encadenamientos productivos entre las instituciones foráneas y nacionales que operan en el país.
La importancia de una feria de este tipo en Cuba toma una mayor dimensión porque cada una de sus ediciones abre una pequeña brecha al impacto del bloqueo de Estados Unidos a nuestro país y porque constituye una ventana al mundo sobre las posibilidades que genera invertir en Cuba y muestra también la cartera de oportunidades que ofrece el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera.
Sin dudas, cada momento en la Feria de La Habana y la presencia de representantes de otras naciones es también un golpe a la política de bloqueo genocida contra Cuba, que como parte de su implementación, hace que el gobierno de Estados Unidos nos incluya unilateralmente en una espiria lista de naciones patrocinadoras del terrorismo para intentar alejar la posibilidad de que algún país pueda establecer negocios dentro de fronteras e incrementar el riesgo como nación
La Feria Internacional de La Habana no solo es una vitrina para mostrar potencialidades de la industria y los servicios tanto extranjeros como nacionales, sino que en el caso cubano tiene el aliciente durante los últimos tiempos, que en ese entramado están los nuevos actores que operan en la economía complemento de nuestras empresas en varios sectores.
O sea que, la mirada no solo es la de interconectar con el resto del planeta, mostrar posibilidades o hacer negocios, sino que subyace entre otros de los propósitos el de articular nuestras propias posibilidades endógenas e identificar posibilidades de soluciones.
Nuevamente España es uno de los países más representados aunque hay una asistencia amplia de empresarios que ratifica a FIHAV como la principal bolsa comercial del país.