Lima- “En octubre no hay milagros”, título de una novela peruana, sirve hoy para resumir la amarga resignación que dejó entre los aficionados la previsible derrota de su selección premundialista de fútbol ante Argentina, campeona mundial.
El resultado de anoche (0-2) dejó a los rojiblancos en penúltimo lugar en la tabla de posiciones del torneo sudamericano premundial, apenas por encima de Bolivia, sin un solo gol a favor en cuatro partidos jugados, en los que perdió 11 de los 12 puntos en juego.
Como afirmó el diario limeño Depor, jugar contra el campeón del mundo y el mejor jugador del mundo es duro y para ganarle, “había que estar en una noche mágica, casi épica, de esas que leemos en los libros y pocas veces ocurren en la realidad”.
“Pero con esta versión de la Selección Peruana que no patea al arco, con futbolistas por debajo de su nivel y con un técnico como Juan Reynoso que insiste en decisiones inexplicables, todo intento por cambiar la historia quedó en una quimera”, agregó.
Coincidió con la crítica y los aficionados en que Lionel Messi no necesitó más que dos de sus genialidades para liquidar el partido con marcador 2-0 y añadió que “No necesitó más, porque nunca pudimos ser un rival para él”.
De lo poco rescatable, los comentarios mencionaron que los rojiblancos comenzaron con mentalidad de ataque y en los primeros minutos asediaron el arco albiceleste, pero la constelación de grandes jugadores que tenían al frente se apoderó del medio campo y asumió el pleno control del partido.
Con los dos goles encajados en el primer tiempo, el entrenador inca, Juan Reynoso, hizo varios cambios que le dieron más agresividad al equipo, pero “la visita solo necesitó algunas oportunidades para ponerse adelante en el marcador”, según el diario La República.
Para el tabloide Correo, el combinado peruano fue “un equipo desordenado y que no sabe atacar, perdió ante una selección argentina que solo jugó al 50% y aprovechó dos genialidades de Lionel Messi”.
El técnico Reynoso se extendió en explicaciones, recordó el bajo nivel del campeonato local y que en la anterior eliminatoria la selección peruana, a estas alturas de la competencia, tenía también solo un punto y pudo rehacerse hasta acceder a la repesca, que perdió ante Australia.
Al término del partido, el público gritaba “¡fuera!” una y otra vez, pidiendo el despido de Reynoso, a quien sus críticos califican como “ratonero”, es decir partidario de defender, retener la pelota y esperar una oportunidad de anotar de contragolpe.
Hay consenso en la crítica en que, tras perder ante Brasil, Argentina y Chile y empatar con Paraguay, la suerte del entrenador depende de los resultados que el seleccionado obtenga frente a Bolivia, el 15 de noviembre en La Paz, y contra Venezuela -la brillante sorpresa de la eliminatoria-, cinco días después en Lima.
(Fuente: Prensa)