El presidente de Rusia, Vladímir Putin, denunció este miércoles que la mayoría de las organizaciones de derechos humanos (ONG) creadas en Occidente consideran a la población de la región ucraniana de Donbass, de mayoría ruso-hablante, como «gente de segunda clase».
Según Putin, para esas ONG, los habitantes de Donbass no tienen ninguna importancia, e incluso, ven al gigante eslavo como un país de segunda categoría que no tiene derecho a existir.
Ese es el problema al que Rusia se enfrenta hoy en día y ya desde hace mucho tiempo en su historia, a juicio de Putin, al intervenir hoy en una reunión con los miembros del Consejo nacional sobre el Desarrollo de la Sociedad Civil y los Derechos Humanos.
En esa línea, Putin denunció que no es posible que Occidente y las mencionadas ONG no estén al tanto de que Ucrania lanza constantes ataques contra zonas residenciales del Donbass.
“Nadie puede ignorarlo, todo el mundo calla como si no pasara nada, y eso es terrible», lamentó Putin, quien aseguró que la mayoría de las organizaciones occidentales de Derechos Humanos fueron creadas, no para cumplir con sus metas iniciales, sino como una herramienta de influencia sobre la política interior de Rusia y otros países de la antigua URSS.
El jefe del Kremlin subrayó que la comunidad internacional hizo la vista gorda ante la violación de los derechos de la población en Donbass y solo… «despertó»… tras el inicio del operativo ruso en Ucrania.
En ese sentido, Putin se refirió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU y al Consejo de Europa, entre otras organizaciones, que desde 2014 hacían como si todos fueran sordos y ciegos a la vez respecto al conflicto en Ucrania.
Entre tanto, el canciller de Rusia, Serguei Lavrov, aseguró hoy que Moscú entablará un diálogo serio con los países occidentales cuando lleguen al poder allí políticos perspicaces que sean capaces de ver un poco más allá de los ciclos electorales de dos años.
Lavrov resumió que Occidente dejó de cooperar con la nación eslava, construyó un muro, y ahora, su país trabaja en gran medida con los que están dispuestos a ello.
Paralelamente, Lavrov subrayó que la globalización a la americana llegó a su fin, mientras se moldea un nuevo sistema a diferentes niveles que no debe verse influido por los caprichos y el sentido de superioridad de los ex socios occidentales de Rusia.
En sus declaraciones de este miércoles, Lavrov advirtió que la nueva estrategia de la OTAN busca poner a la India contra China, incrementando los puntos de discordia entre las dos potencias asiáticas.
Lavrov recordó que la Alianza Atlántica ya extendió su responsabilidad hacia la región del Indo-Pacífico, una terminología inventada por Occidente, para poner a Nueva Delhi contra Pekín.
Al mismo tiempo, Occidente intenta debilitar los lazos entre China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, alertó Lavrov, y remarcó que la expansión de la OTAN sigue siendo el principal motivo de Estados Unidos y sus aliados, no solo con Rusia, sino con otras naciones del mundo.
En esa línea, el canciller ruso arremetió contra los altos funcionarios de la OTAN que se negaron a admitir descaradamente que Moscú recibió garantías de que la Alianza Atlántica no se expandiría hacia el este, hacia las fronteras del gigante eslavo.
Por otra parte, Serguei Lavrov destacó que el grupo que integran su país, Brasil, la India, China y Sudáfrica, el BRICS, podría convertirse en un bloque que aglutine a entre 15-17 estados si fueran aceptados todos los que desean unirse a esa asociación económico-comercial.
Además de los miembros actuales, una serie de naciones quieren adherirse al BRICS, incluidos Argentina, Argelia, Irán, Turquía, Arabia Saudita y Egipto.
Fuente: Noticiero Nacional de Radio