El huracán Beryl causó daños en el sureste del Caribe después de tocar tierra ayer en la isla de Carriacou.
Según la agencia AP, las calles desde la isla de Santa Lucía hasta Granada, al sur, estaban colapsadas por la caída de árboles, cables de electricidad y escombros esparcidos por los vientos de hasta 240 kilómetros por hora. “En este momento, estoy realmente desconsolada”, dijo Vichelle Clark King mientras inspeccionaba su tienda dañada en Bridgetown, la capital de Barbados, que estaba llena de arena y agua.
Un aviso de huracán está vigente para Jamaica.
La radio NBC de San Vicente y las Granadinas dijo que recibió informes de que muchos techos habían sido arrancados a medida que las comunicaciones comenzaron a colapsar en todo el sureste del Caribe.
El fenónemo dejó al menos un muerto en San Vicente y las Granadinas, y cientos de viviendas y edificios dañados, según anunció anoche el primer ministro Ralph Gonsalves, quien señaló que podría haber más víctimas mortales.
En Barbados, Wilfred Abrahams, ministro del Interior e Información, dijo que los drones, que son más rápidos que las tripulaciones que recorren la isla, evaluarían los daños una vez que Beryl pase.
El último huracán fuerte que azotó el sureste del Caribe fue el huracán Iván hace 20 años, que mató a decenas de personas en Granada.
También México se prepara para el impacto de Beryl, primer huracán de categoría 4 del Atlántico registrado, superando al Dennis, que se convirtió en una tormenta de categoría 4 el 8 de julio de 2005.
Beryl también marcó el punto más al este en que se formó un huracán en el Atlántico tropical en junio, rompiendo un récord establecido en 1933, según Philip Klotzbach, investigador de huracanes de la Universidad Estatal de Colorado.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica predice que la temporada de huracanes de 2024 probablemente será muy superior a la media, con entre 17 y 25 tormentas con nombre. El pronóstico prevé hasta 13 huracanes y cuatro huracanes importantes.