CIUDAD DEL VATICANO. – A propósito de la estancia en la Ciudad del Vaticano del Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, revisitamos pasajes de los lazos históricos en el último cuarto de siglo entre la Santa Sede y la Isla Caribeña, relaciones distinguidas por el respeto, el reconocimiento mutuo, la diplomacia ética y responsable.
“Doy gracias a Dios, señor de la historia y de nuestros destinos que me ha permitido venir hasta esta tierra calificada por Cristóbal Colón como la más hermosa que ojos humanos han visto”. Era el 21 de enero de 1998. Con dichas palabras iniciaba por primera vez en Cuba la visita de un Sumo Pontífice. El Papa Juan Pablo II fue recibido en el Aeropuerto Internacional José Martí por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, el Comandante en Jefe Fidel Castro. Todas las cámaras del mundo colocaban sus lentes sobre el hecho inédito que comenzó a gestarse desde el encuentro entre el líder de la Revolución Cubana y Su Santidad, celebrado en el Vaticano, dos años antes.
Fidel visita el Vaticano
Cuentan los reportes de la época que Fidel viajó a Italia por primera vez para participar en la Cumbre Mundial de la Alimentación, convocada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en cuyo podio reflexionó sobre la responsabilidad del capitalismo y el neoliberalismo en la muerte de millones de personas; sin embargo ninguna de las actividades del Comandante en Italia trascendió tanto como el encuentro que tras concluir el cónclave sostuvo el hombre de verde olivo radiante, que esa vez llevó traje y corbata, con el Papa 264 de la Iglesia Católica.
Durante su estancia en el estado soberano independiente más pequeño del mundo, Fidel dialogó con los entonces Secretario de Estado y el Jefe de la Diplomacia Vaticanas. Visitó la Basílica de San Pedro, incluida la Cripta de los Papas, quedó maravillado ante la Capilla Sixtina, incluso las autoridades permitieron que fuera fotografiado en esa sede del cónclave, lo que constituye una excepción según especialistas en asuntos del gobierno católico.
La conversación entre Fidel y el Papa Juan Pablo II, en la casa pontificia, duró 35 minutos y transcurrió sin testigos. En una conferencia de prensa el Comandante en Jefe valoró y aportó detalles sobre el histórico encuentro: “(…)hablamos de historia, hablamos de América Latina, de algunos temas religiosos con relación a Cuba, con mucho cuidado, con mucha consideración; y le expliqué cómo nuestra Revolución nunca había tenido un espíritu antirreligioso, jamás”.
La relaciones entre Cuba y la Ciudad del Vaticano, aunque se establecieron desde el 7 de junio de 1935, alcanzaron con la Visita a la Santa Sede del Comandante en Jefe en 1996 una mayor cercanía.
Recientemente, durante un encuentro con el Eminentísimo Cardenal Beniamino Stella en el Palacio de la Revolución, el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, consideró que ese suceso “marcó un hito” en las relaciones entre la Santa Sede y el Estado cubano, entre la institución religiosa y el pueblo.
Especialistas de la Cancillería cubana, aseguran que el diálogo político que por casi nueve décadas han mantenido los dos estados “ha sido franco, abierto y dirigido a impulsar las relaciones bilaterales en todos los campos de interés común”.
Juan Pablo II y Benedicto XVI en Cuba
Dos años después de aquel encuentro llegaba a La Habana por primera vez un Santo Padre. Entre el 21 y el 25 de enero de 1998 Juan Pablo II vivió días intensos, abrazado por la hospitalidad que le prodigaron, a la que llamó “expresión genuina del alma cubana”. En 5 días ofició 4 misas, en Santa Clara; Camagüey; en Santiago de Cuba, donde coronó a la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba; y la última eucaristía la presidió en la Plaza de la Revolución de La Habana, a la que asistió el Comandante en Jefe Fidel Castro.
Con posterioridad, Juan Pablo II afirmaría que no hubo un Jefe de Estado que se preparara tanto, y de manera tan detallada y profunda, para recibirlo que Fidel. Esta primera visita significó, sin dudas, la puerta abierta a un camino de diálogo político franco, marcado por las visitas apostólicas a Cuba de los sucesores de Juan Pablo II.
Coincidiendo con el 400 aniversario del Hallazgo de la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre llegó a Cuba el 26 de marzo de 2012 el Pontífice Benedicto XVI, quien fue recibido en el Aeropuerto de Santiago de Cuba por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, General de Ejército Raúl Castro Ruz.
A su arribo, el General de Ejército le dijo: “Encontrará aquí a un pueblo solidario e instruido que se ha propuesto alcanzar toda la justicia y ha hecho grandes sacrificios…De Martí aprendimos a rendir tributo a la dignidad plena del hombre y heredamos la fraterna fórmula que seguimos hasta hoy: «con todos y para el bien de todos»”.
El Papa Benedicto XVI realizó dos multitudinarias misas en las Plazas de la Revolución Antonio Maceo y José Martí, de Santiago de Cuba y La Habana, respectivamente, además de honrar a la Patrona de Cuba en su Santuario.
De su agenda en la Isla sobresale el encuentro sostenido con el líder histórico de la Revolución Cubana Fidel Castro, en la Nunciatura Apostólica de La Habana, oportunidad en la que intercambiaron asuntos del ámbito ecológico, cultural, científico, religioso y los problemas que enfrentaba la humanidad.
Durante casi 1 hora en el Palacio de la Revolución, el General de Ejército Raúl Castro sostuvo conversaciones con el Jefe de Estado del Vaticano, diálogo que demostró el buen estado de las relaciones y el interés del gobierno de continuar fortaleciendo los nexos con diversas instituciones religiosas.
Al término de su visita Benedicto XVI abordó cuánto agrava la situación de la población cubana el impacto de las medidas económicas restrictivas impuestas por el gobierno de los EEUU.
Raúl en el Vaticano
Sin dudas, uno de los protagonistas de la relación positiva entre Cuba y la Santa Sede ha sido el General de Ejército Raúl Castro Ruz. En mayo de 2015, regresando de Rusia, el también líder de la Revolución Cubana llegó al Vaticano, donde sostuvo una conversación con el Papa Francisco a puertas cerradas, que se extendió por 55 minutos, un rércord para este tipo de encuentros, según lo describen reportes de prensa.
Un largo apretón de manos selló el encuentro entre ambos Jefes de Estados, intercambio que sirvió también para preparar la visita que realizaría en septiembre el Pontífice a la Isla, pero fue sin dudas la oportunidad para agradecer al Papa Francisco, el rol importante que jugó para el restablecimiento de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
“Estoy muy contento y le vine a agradecer lo que hizo para empezar a resolver los problemas entre Estados Unidos y Cuba”, añadiría también el General de Ejército. Era ese un año crucial para el restablecimiento de las relaciones entre ambos países, proceso acompañado en varios momentos por el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.
El Primer Papa latinoamericano llega a La Habana
4 meses después, el 20 de septiembre de 2015, llegaba a La Habana, el primer papa latinoamericano. Al descender de la escalerilla, lo esperaban el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, General de Ejército Raúl Castro Ruz y el cardenal Jaime Ortega Alamino, máxima autoridad católica de la Isla en ese momento.
Ese mismo domingo 20 de septiembre Su Santidad ofició en La Habana la primera de las 3 misas que tuvieron lugar durante la visita pastoral, las otras dos se desarrollaron en Holguín y Santiago de Cuba, todas con la presencia del Primer Secretario del Comité Central del Partido, el General de Ejército Raúl Castro.
Al Comandante en Jefe Fidel Castro, a quien saludó durante sus primeros minutos de estancia en Cuba, visitó el Papa Francisco el mismo domingo 20 de septiembre. En un ambiente distendido y familiar Fidel tuvo palabras de elogio hacia el Sumo Pontífice por su capacidad de comunicación, sus reiterados mensajes públicos de solidaridad a favor de los diferentes estratos sociales y de compromiso en bien de a humanidad. El papa Francisco, por su parte, expresó el agradecimiento a Cuba por la contribución a la paz y a la preservación de la especie humana en un mundo saturado de odios y agresiones.
Luego el Pontífice volvería a Cuba en febrero de 2016 para encontrarse con el patriarca ortodoxo ruso Kirill. El histórico intercambio ocurrió en la sala presidencial del Aeropuerto Internacional José Martí, en lo que sería la primera reunión de los líderes de las dos iglesias tras el cisma de Oriente en 1054. En esta oportunidad el Papa Francisco dijo que La Habana se convertiría en capital de la unidad.
El tercero y último de los Sumos pontífices que ha visitado Cuba en los últimos 25 años ha llevado y mencionado a los cubanos en sus mensajes y oraciones, ante las celebraciones por los 500 años de La Habana envió sus mensajes de felicitación, ha expresado su cercanía y pesar por las pérdidas humanas y materiales ante desastres recientes vividos en la Isla.
“Cuba es un símbolo”, ha dicho el que ocupa actualmente la silla de San Pedro. En entrevista concedida en julio de 2022 declaró que la Isla Caribeña tiene una historia grande y que quiere mucho al pueblo cubano, “y tuve buenas relaciones humanas con gente cubana y también lo confieso, con Raúl Castro tengo una relación humana, afirmó”.
Cuba es de los pocos países latinoamericanos que comparte junto a Brasil y México el privilegio de merecer la visita de los últimos 3 Pontífices, cada uno de ellos ha podido evidenciar el respeto a la libertad religiosa y el diálogo interreligioso.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, visita este 20 de junio la Ciudad del Vaticano. Es su segunda visita a la Santa Sede. Asistió en el 2013 como Primer Vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros y jefe de la delegación antillana a la entronización del Papa Francisco, con quien también compartió durante las visitas de Su Santidad a La Habana en 2015 y 2016.
Esta será una oportunidad para la continuidad de las relaciones diplomáticas positivas entre Cuba y la Santa Sede y para agradecer la histórica posición de rechazo respecto a la Resolución cubana contra el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos. Son múltiples las ocasiones en las cuales representantes de la Ciudad del Vaticano han denunciado públicamente esta injusta política, rechazando las sanciones unilaterales que ello implica contra nuestro país.
En audio, este recorrido: