París- Cuba participa aquí en la segunda sesión de negociaciones sobre un tratado internacional contra la contaminación con plástico, foro en el que compartió preocupaciones por esta amenaza y defendió la transferencia tecnológica a los países en desarrollo.
Reconocemos las afectaciones al planeta que generan productos plásticos lanzados, en particular a los océanos, así como la degradación de algunos de ellos, que libera sustancias químicas, comentó a Prensa Latina el delegado Jorge Álvarez, del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de la isla.
De acuerdo con el director general de la Oficina de Regulación y Seguridad Ambiental de la entidad, Cuba presta atención al tema y trabaja en respuestas al acuciante desafío, las que compartirá en la semana de discusiones organizada en la sede de la Unesco por el Programa Medioambiental de las Naciones Unidas (UNEP).
En ese sentido, contamos con una ley ya aprobada en la Asamblea Nacional, aun no publicada en la Gaceta Oficial, que establece la obligación de crear un plan nacional para reducir el uso de plásticos desechables y aumentar la eficacia del manejo de los residuos y de los procesos de reciclaje, señaló.
Álvarez manifestó que la nación antillana aboga por basar las decisiones que se adopten de cara a la materialización del tratado en los argumentos científicamente demostrados.
Por eso tomamos con cautela diversos enfoques sobre el ciclo de vida de productos plásticos y otros, dirigidos a eliminar o restringir el empleo de determinados elementos, a partir de criterios como los plásticos desechables, los considerados innecesarios o los complicados por su composición química, abundó.
El especialista citó por ejemplo el amplio uso en el sector de la salud de guantes quirúrgicos, bolsas para suero, jeringuillas y otros productos de un solo uso, casos en los que estimó que la prioridad debe ser fortalecer la gestión responsable de los residuos.
La visión de Cuba es la de reconocer el problema y la necesidad de actuar, y al mismo tiempo insistir en el aval científico de las medidas y en la importancia de que se apoye a los países en desarrollo con medios de implementación, incluyendo la transferencia de tecnologías, subrayó.
La UNEP y Estados miembros de las Naciones Unidas esperan materializar antes de que termine el 2024 el instrumento multilateral para combatir la contaminación por plástico, un fenómeno con incidencia en el cambio climático y en la salud humana y del entorno marino.
Según explicó Álvarez a Prensa Latina, la isla aboga por que el tratado fije obligaciones generales e inste a los países a elaborar sus planes nacionales para reducir la contaminación por plástico en sintonía con las condiciones propias.
(Fuente: Prensa Latina)