Cuba asumió hoy la presidencia pro témpore del Grupo de los 77 más China (G-77+China), en una ceremonia celebrada en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York, a la cual asistió Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores de la nación caribeña.
A través de un vídeo, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, transmitió el agradecimiento del pueblo de la isla al ser depositario de tan alto y distinguido compromiso.
La ceremonia inició a las 3 pm y fue transmitida en vivo.
Palabras de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la ceremonia transmitida en vivo:
Palabras de Bruno Rodríguez Parrilla, Ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, en la ceremonia transmitida en vivo:
El jefe de Estado denunció el cinismo de un orden mundial profundamente antidemocrático, concebido para perpetuar el esquema desigual del subdesarrollo y el derecho a la riqueza de unos pocos privilegiados sobre la miseria de la gran mayoría.
Díaz-Canel enfatizó que jamás defraudaremos a las naciones con las cuales compartimos una historia de abusos, explotación y colonialismo.
Sobre el escenario actual, señaló que quedan asuntos pendientes a los que se le suma ahora las problemáticas de la crisis post pandémica y la precarización de la vida en el llamado Tercer Mundo.
Cuenten con Cuba y con el compromiso de trabajar sin descanso en la defensa de los intereses supremos de nuestras naciones, añadió.
En el discurso inaugural del mandato, Rodríguez Parrilla apuntó que este será un período de grandes desafíos, marcado por los síntomas visibles de la crisis sistémica del modelo capitalista, el cual requerirán la acción decidida de los países del Sur.
Al perfilar las líneas generales de la gestión, el canciller cubano enunció a la ciencia, la tecnología y la innovación como pilares del desarrollo sostenible, y con este objetivo anunció la realización de una Cumbre en La Habana para la respuesta a posibles crisis sanitarias futuras.
De esta manera, ratificó la sólida posición del G-77+China en materia climática y la proposición de arquitecturas novedosas para renegociar la deuda externa de países en desarrollo, pues constituye el principal freno para la lucha por erradicar la pobreza y la desigual brecha financiera y monetaria.
Es el momento de abrazar los principios fundacionales de la agrupación representativa y diversa de países y trabajar juntos en la obtención de reclamos comunes y mutuamente provechosos, valoró.
La organización, cuyo nombre se refiere a los 77 miembros iniciales, agrupa a 134 naciones, lo cual corresponde a dos tercios de los integrantes de la ONU y alrededor del 80 por ciento de la población mundial.
El G-77+China apuesta por el multilateralismo y la creación de un modelo económico justo y sostenible, por lo que adopta resoluciones conjuntas en pos de los intereses del bloque en los mecanismos de concertación en las que participa.
Excelencias:
En nombre del pueblo y Gobierno cubanos agradezco profundamente al Grupo de los 77 más China por la confianza depositada en Cuba para presidir durante el presente año este universo tan amplio y representativo de naciones.
Encomiamos, asimismo, la loable labor desempeñada por Pakistán al frente del Grupo durante el 2022.
Nos honra altamente representar a esta agrupación, diversa y pujante, en tiempos de retos monumentales para los países en desarrollo.
Lo asumimos con total entrega y el ya probado compromiso de que jamás defraudaremos a naciones con las que compartimos una historia de abusos a la que fueron sometidos nuestros pueblos, pero conscientes de que también nos hermanan objetivos y esperanzas.
Realmente enorgullece el valioso acervo que hemos logrado forjar como Grupo en casi seis décadas de existencia, tanto como impresiona el camino que nos queda por delante para ver realizados genuinos, comunes e históricos reclamos. Por ellos lucharemos con la certeza de que, en la diversidad, compartimos la misma aspiración de vivir en un mundo mejor y más justo.
Nuestras naciones continúan estando en la retaguardia del desarrollo global, mientras cargan sobre sus hombros las consecuencias de las múltiples crisis y las desigualdades derivadas del injusto orden internacional vigente.
Hablamos de un orden profundamente antidemocrático concebido para perpetuar el desequilibrio que, a despecho de las demandas históricas de los países de este Grupo, sostiene la riqueza de unos pocos a costa del empobrecimiento de las mayorías, manteniendo a los pueblos en desventaja económica y social permanentemente condenados al subdesarrollo, la pobreza y el hambre.
No es algo que digamos por primera vez. Desde su fundación en la prometedora década del 60 del pasado siglo, el Grupo de los 77 ha reclamado cambiar el injusto orden global para poder emerger de las condiciones de absoluta desventaja en que nos sumieron siglos de colonialismo y dependencia. Y todas las tribunas serán pocas para decirlo.
En 1979 el líder histórico de la Revolución Cubana nos definió con inolvidables palabras. Dijo Fidel Castro: “Si el Movimiento de los No Alineados, que se había iniciado pocos años antes, venía a ser la conciencia política de los países que emergían del colonialismo y el neocolonialismo y trataban de realizar a plenitud su independencia, el Grupo de los 77 surgió como su conciencia económica”.
Esa conciencia es la que propició la unidad entre países, regiones, identidades, culturas y niveles de desarrollo tan diversos. Y la historia nos ha confirmado el valor de la unidad. A ella apostamos desde la primera Conferencia de la UNCTAD, la Declaración sobre un Nuevo Orden Económico Internacional, pasando por la Cumbre de Río, el trato especial y diferenciado, la meta de Ayuda Oficial al Desarrollo, hasta la Agenda de Acción de Addis Abeba y los ambiciosos Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Sur ha sido la piedra angular de las negociaciones multilaterales en materia de desarrollo.
Para dejar sentado que “El Sur también existe”, como escribió el poeta latinoamericano Mario Benedetti, hemos actuado unidos. Y es con la fuerza de esas dos terceras partes del mundo que representamos como hemos logrado avanzar en determinados objetivos e ideales; pero quedan muchos asuntos sustanciales pendientes, a los que se agregan ahora los problemas del mundo pospandemia.
Como ha reconocido el Secretario General de las Naciones Unidas ante el Grupo de los 77 más China, en septiembre pasado: “a medida que se avanza hacia la mitad del camino en la Agenda 2030, lejos de mejorar, el mundo retrocede.
“La pandemia de COVID-19 y una recuperación desigual nos han costado al menos tres años de progreso, mientras los países en desarrollo se ahogan en deudas, sin margen fiscal ni acceso a recursos financieros para invertir en la recuperación”.
Hoy más que nunca resulta imperativo alcanzar consensos en los temas que nos afectan como países y como agrupación. Solo por ese camino seremos capaces de acercarnos a las aspiraciones de los pueblos históricamente preteridos y a sus ansias de justicia social.
Excelencias:
En estos tiempos difíciles y convulsos proliferan las apuestas para fracturar a los países del Sur. ¡Demos una lección de unidad! ¡Demostremos el valor de la cooperación y la solidaridad!
Como proclamara Fidel, fundador y defensor incansable de la unión como premisa insoslayable de todas las acciones: ¡hay que fundirse en estos tiempos para construir el mañana que anhelamos, para reivindicar a los excluidos de siempre, para rescatar la fe en la humanidad!
Cuenten con Cuba y con su compromiso invariable de trabajar sin descanso, junto a todos los miembros de esta imprescindible agrupación, en la defensa de los intereses supremos de nuestras naciones.
Cuba cuenta también con ustedes y espera que el espíritu de unidad y solidaridad que dio a luz al Grupo de los 77 más China prevalezca sobre los intereses mezquinos de quienes pretenden mantener inamovible el injusto orden económico actual.
Creemos firmemente en el multilateralismo y en el poder inconmensurable de la unidad en la diversidad que el General de Ejército Raúl Castro Ruz, líder de la Revolución Cubana, ha defendido como bandera y guía de la construcción de los consensos indispensables para vencer los actuales desafíos y construir el mundo justo al que aspiramos.
¡Siempre será la hora de la unidad, pero hoy es un imperativo, la mayor de todas las urgencias! Articulemos acciones para quebrar, por fin, los nudos que atenazan las posibilidades de progreso real de los pueblos. Ellos tienen derecho a una existencia más humana, enaltecedora y digna, y es deber de sus líderes batallar por ello. ¡Sí se puede!
Muchas gracias.
(Versiones Taquigráficas – Presidencia de la República)
(Tomado del sitio web de la Cancillería cubana, Cubaminrex)
Excmo. Sr. Munir Akram, Representante Permanente de la República Islámica de Pakistán ante Naciones Unidas:
Excmo. Sr. Csaba Körösi, presidente del 77 período de sesiones de la AGNU:
Excmo. Sr. António Guterres, secretario general de la ONU:
Sr. Mourad Ahmia, secretario ejecutivo del Grupo de los 77 más China:
Distinguidos representantes permanentes e invitados:
Deseo reiterar el agradecimiento por el respaldo y la confianza depositada en Cuba para liderar los trabajos del G77 más China en 2023. Será un año de grandes desafíos y complejos procesos que demandarán la acción decidida de los países del Sur.
Extiendo, asimismo, la felicitación a Pakistán, por la exitosa labor desempeñada al frente del Grupo en 2022.
Aprovecho también la oportunidad para expresar nuestra gratitud al equipo de la Secretaría del G77 más China, confiados en que contaremos con su valioso apoyo durante nuestra Presidencia.
Excelencias:
Los grandes retos que el orden económico actual ha generado para el mundo en desarrollo alcanzan su expresión más aguda en estos tiempos de crisis sistémica, es decir, sanitaria, climática, energética, alimentaria, económica, de escalada de las tensiones geopolíticas y de formas renovadas de dominación y hegemonía.
El acceso desigual a las vacunas, la brecha digital, el lastre de la deuda externa, la reforma estructural de la arquitectura financiera internacional, los flujos de financiación para el desarrollo, la inseguridad alimentaria, las medidas restrictivas del comercio, las finanzas climáticas y la creación de capacidades siguen sin abordarse hoy en toda su dimensión.
Resulta ya evidente que los discretos progresos alcanzados en la implementación de la Agenda 2030 se encuentran en riesgo de ser revertidos. Somos testigos de un mundo post pandémico más dividido y egoísta.
Es necesario movilizar entre 3.3 y 4.5 billones de dólares al año si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al nivel actual de inversión pública y privada en los sectores relacionados con los ODS, los países en desarrollo enfrentan una brecha de financiamiento anual promedio de 2.5 billones de dólares, y ello ocurre en medio de la crisis multisistémica más grave enfrentada por la humanidad[1].
Los países en desarrollo cuentan con solo 24 dosis de vacunas contra la COVID-19 por cada 100 habitantes, mientras los más ricos disponen de casi 150 dosis por cada 100 personas[2].
Son los países del Sur los que han visto prácticamente duplicarse su deuda externa en los últimos diez años[3]; mientras son los mismos que han debido gastar un estimado de 379 mil millones de dólares de sus reservas para defender sus monedas en 2022, casi el doble de la cantidad de nuevos derechos especiales de giro que les asignó el Fondo Monetario Internacional[4].
Los países menos adelantados solo aportan el 4% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, pero han sufrido el 69% de las muertes causadas por desastres relacionados con el clima[5].
Nuestras necesidades para la adaptación climática se dispararán entre los 140 mil millones y 300 mil millones de dólares anuales hasta 2030. Sin embargo, el financiamiento por parte de los países desarrollados representa hoy menos de una décima parte de esa cantidad[6].
Paralelamente, más de una treintena de medidas y sistemas de medidas coercitivas unilaterales contra países en desarrollo continúan en pleno vigor[7]. Es una tendencia que lejos de revertirse, se ha exacerbado en los últimos años.
Excelencias:
Unidad es la palabra de orden en estos tiempos difíciles. Solo mediante la construcción de consensos podremos avanzar hacia la realización de nuestras legítimas aspiraciones de desarrollo.
Desde nuestra Presidencia, nos comprometemos a consolidar la unidad, presencia e influencia del Grupo en los múltiples y relevantes procesos multilaterales a celebrarse este año. Defenderemos que nuestros intereses comunes sean debidamente tenidos en cuenta.
Guiaremos los trabajos de manera flexible y siempre constructiva, basada en el más amplio consenso, para llevar a la práctica la visión transformadora que defiende nuestro Grupo.
Será nuestra prioridad fomentar la solidaridad y la cooperación internacionales en apoyo a la recuperación post-pandemia de nuestras naciones.
Trabajaremos por materializar proyectos de cooperación desde el Sur en el ámbito de la salud, la biotecnología, la educación, el enfrentamiento al cambio climático y la prevención de desastres, que den una lección de unidad, de complementariedad y de voluntad política real.
No cejaremos en nuestro justo reclamo a los países desarrollados de que cumplan sus compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo, financiación climática y Cooperación Norte-Sur.
Haremos frente a cualquier intento de poner sobre nuestros hombros las promesas incumplidas por las naciones más poderosas, que destinan montos millonarios a las armas y no al desarrollo.
Impulsaremos compromisos tangibles en materia de financiamiento en condiciones favorables y creación de capacidades para los países del Sur.
Abogaremos por el uso de la ciencia, la tecnología y la innovación como motores del desarrollo sostenible. Tomaremos como punto de partida el acervo del Grupo en esta materia, y promoveremos una hoja de ruta común frente a los retos presentes y futuros.
En este espíritu, convocaremos a una Cumbre sobre ciencia, tecnología e innovación como premisa para el desarrollo y el enfrentamiento a futuras pandemias, a celebrarse en La Habana este año.
El desarrollo científico-técnico está hoy monopolizado por un club de países que acaparan la mayoría de las patentes, las tecnologías, los centros de investigación, y promueven el drenaje de talentos de nuestros países.
El Sur tiene grandes potencialidades en materia de ciencia, tecnología e innovación. Debemos unirnos, complementarnos, integrar nuestras capacidades nacionales para no quedar relegados ante futuras pandemias. La cita en La Habana busca precisamente ese objetivo: construir sobre la base de nuestro rico caudal de experiencias en esta esfera.
En materia climática, trabajaremos por afianzar una posición sólida del Grupo de cara a la COP 28. Defenderemos el logro de resultados sustantivos en los temas de especial interés del Grupo, en particular los relacionados con el fondo para pérdidas y daños, las finanzas climáticas y la adaptación.
La deuda externa, cuyo monto principal ha sido pagado ya varias veces, se ha convertido en uno de los principales obstáculos para el desarrollo de nuestros pueblos y ha devenido en un poderoso instrumento para perpetuar el saqueo financiero y la dependencia económica de los países del Sur.
En este sentido, promoveremos por enfoques novedosos para abordar la arquitectura de la deuda, que brinden margen fiscal a nuestras naciones para invertir en la recuperación post-pandemia, la acción climática y los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y contribuyan a evitar futuras crisis de endeudamiento.
Insistiremos en la reestructuración integral del sistema de gobernanza financiera internacional, en manos de unas pocas instituciones que lucran con las reservas del Sur, perpetúan el subdesarrollo y aplican recetas meramente coyunturales con el propósito de reproducir su esquema de colonialismo moderno.
Reforzaremos también la coordinación entre los capítulos del G77 de otras sedes multilaterales para identificar prioridades de trabajo en a los múltiples procesos de negociación en 2023.
Pondremos todo nuestro empeño en garantizar el éxito de la III Cumbre Sur, cuya Declaración y Programa de Acción esperamos fortalezcan el acervo histórico del Grupo y sienten pautas para nuestro accionar en estos tiempos de enormes desafíos.
Excelencias:
El momento actual no admite titubeos ni divisiones. Son tiempos de actuar unidos en defensa de nuestros preteridos reclamos.
La Declaración Conjunta de 1964 identificó el lugar cimero de la unidad frente a los problemas básicos del desarrollo. Esa unión ha sido el pilar fundamental de las conquistas del Sur en las últimas seis décadas.
En el umbral de nuestro 60 aniversario, abracemos los principios fundacionales que dieron vida a esta agrupación diversa y representativa de naciones. Trabajemos para que, al concluir este año, seamos más fuertes y unidos.
Para Cuba, ello será la expresión del deber cumplido. Para el Grupo, representará un paso invaluable en el camino hacia la consecución de nuestras aspiraciones históricas como naciones en desarrollo.
Muchas gracias
[1] Datos aportados por el CIEM.
[2] Datos extraídos del Informe “Financiamiento para el Desarrollo Sostenible 2022: Cerrando la gran brecha en el financiamiento”, del Grupo de Trabajo Interinstitucional sobre Financiamiento para el Desarrollo.
[3] Datos obtenidos de la resolución A/RES/77/174: “Hacia un nuevo orden económico internacional”.
[4] Datos obtenidos del Informe de Comercio y Desarrollo de la UNCTAD 2022
[5] Datos obtenidos del Informe de la UNCTAD sobre Países Menos Adelantados 2022.
[6] Datos obtenidos del Informe del PNUMA: “Adaptation Gap report 2022” y aportados por el CIEM.
[7] Datos obtenidos del Informe del Secretario General de la ONU (A/76/310) sobre la resolución “Medidas económicas unilaterales como medio de coerción política y económica contra países en desarrollo”.
(Tomado del sitio web de la Cancillería cubana, Cubaminrex)