Alemania, importante exportador de automóviles, pidió una respuesta sólida de la Unión Europea (UE), mientras que Japón expresó que “considerará todas las opciones”.
“Debe quedar claro que no nos doblegaremos ante Estados Unidos”, aseveró en un comunicado el ministro de Economía y vicecanciller alemán, Robert Habeck.
Trump incrementó la lista arancelaria con tarifas aduaneras del 25% a “todos los automóviles que no son fabricados en Estados Unidos”, así como a sus componentes. Las tarifas comenzarán a aplicarse el 3 de abril, tras lo cual las bolsas de valores de Asia y Europa cayeron en cifras rojas, encabezadas por fabricantes de automóviles como Toyota, Hyundai y Mercedes Benz.
También el ministro de Finanzas de Francia, Eric Lombard, condenó la “hostilidad” y afirmó que la única solución para la UE será aumentar los aranceles a los productos estadounidenses como respuesta.
El primer ministro canadiense, Mark Carney, anunció que había convocado una reunión para hoy con vistas a discutir las opciones comerciales, ante lo cual Trump respondió en Truth Social que “Si la Unión Europea colabora con Canadá para perjudicar económicamente a Estados Unidos, se les impondrán aranceles a gran escala, mucho mayores de lo previsto actualmente, para proteger al mejor amigo que ambos países han tenido”.
La medida afectará también a los fabricantes nacionales, lo que hizo que su aliado y director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, reconociera que su empresa no se libraría del impacto. “Para ser claros, esto afectará el precio de las piezas de los autos Tesla que provienen de otros países. El impacto en los costos no es trivial”, apuntó Musk.
Por su parte, la Asociación de Fabricantes de Automóviles Estadounidenses manifestó en un comunicado que los aranceles deben implementarse de forma que “eviten el aumento de precios para los consumidores” y preserven la competitividad de la industria.
Cálculos del Centro de Investigación Automotriz estiman que los aranceles estadounidenses, incluidos los que afectan a los automóviles y metales importados, aumentarían el precio de un automóvil en miles de dólares al tiempo que también tendría repercusión en el mercado laboral.
La Casa Blanca añadió que los vehículos que ingresan al amparo del Tratado entre Estados Unidos, México y Canadá (T-MEC) pueden optar a una tasa más baja según su contenido estadounidense.