Roberto Pérez Rodríguez es categórico en su afirmación. “Si nosotros no tenemos los equipos en óptimas condiciones, no puede haber producción”. Quien así habla es mecánico industrial en el taller fabril de la Empresa de Productos Lácteos y Confiterías, Raúl Fornell, de Pinar del Río, entidad responsable de garantizar productos para la canasta familiar normada y el consumo social.
Las ideas, para mantener de alta la producción del centro, surgen de la rutina diaria y de los tropiezos que imponen el bloqueo y la falta de financiamiento nacional.
Día a día estamos luchando en nuestro centro de trabajo. Aquí somos 15 hombres con una misión clara: que el combinado no se pare y para eso ponemos ceso, y corazón. La obsolescencia industrial no nos detiene y a diario buscamos soluciones, porque somos conscientes de la responsabilidad que tenemos con la producción de alimentos.
Las innovaciones son varias, dice Roberto. En condensadores de frío, calderas, línea de soya, de helado. “No tenemos horario, se trabaja a toda hora y cuando la industria lo necesite. Yo llegué aquí en el año 90 y conozco bien el rigor de ser lechero”, dice con orgullo.
Los innovadores del lácteo pinareño ahorraron al país más de un millón de pesos el pasado año. Además de reparar, los aniristas conforman equipos para diversificar producciones. Los fabricados para hacer hamburguesas y rolitos de quesos (una modalidad de croquetas) son claro ejemplo.
Enrique Morejón Rivas, director de la Unidad Empresarial de Base de Mantenimiento en la empresa, fue el creador de esta última.
“Nos dimos a la tarea de fabricar una pequeña máquina para producirlos, a partir de la necesidad de incrementar los surtidos a la población. Inicialmente, tenía un solo cañón, es decir una sola salida y se producían unos 300 rolitos. Hoy es de dos y se hacen hasta 12 mil rolitos diarios. Además, estamos trabajando en una nueva versión de la maquinaria, para agilizar más el trabajo”, destacó.
“Toda la parte del cañón es recuperada y vamos modificando a partir de las exigencias de quienes laboran en esa línea. Tenemos mucho sentido de pertenencia y lo que hacemos es para que el flujo industrial no se afecte”, manifestó.
En la Empresa de Productos Lácteos de Pinar del Río, 132 innovadores también contribuyen a la producción de alimentos.
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