Con poco se puede mucho, no podemos detenernos

¿Para qué y por qué el Presidente realiza los recorridos por los territorios del país? No hay duda, de que estamos ante un sistema de trabajo consolidado, que se perfecciona a sí mismo en la medida en que aprehendemos a partir de la sistematización de experiencias cada semana.

La intensidad de las visitas es comparable a un libro que alcanzamos leer durante un solo día. Recorrer e intercambiar con el pueblo, llegar a una fábrica o empresa, recorrer plantaciones donde se siembran cultivos varios, indagar con los campesinos o personas que han cambiado de profesión y son por circunstancias de la vida expertos de la “ciencia agrícola”, constatar cuánto ha avanzado una entidad que tuvo pérdidas en el pasado y exhibe ahora atisbos de recuperación al cambiar formas de pensar y actuar, detenerse a dialogar con la población, explicarles la situación del país y el por qué de cada visita, aprender de muy buenos sistemas de trabajo e iniciativas para desafiar las durísimas condiciones que impone el bloqueo, ratificar que en la más encumbrada montaña cubana hay compatriotas que lo dan todo con poco para defender lo que tenemos, vale tanto que ni siquiera el cansancio provocado por tantas horas de recorridos puede vencer.

Emociona ser testigos de cómo reaccionan las personas que, más cerca o distantes del Presidente, le confiesan su cariño y apoyo, donde está implícito el respaldo al sistema de gobierno y el compromiso de ser protagonistas para impulsar los destinos del país.

Conmueve que agricultores en tierras de secano tengan resultados o que otros, con la pericia de un científico haya concebido un canal rústico pero eficiente, para traer el agua de un sitio distante y poder darle vitalidad a sus plantaciones.

Varios conceptos se repiten durante estas visitas a los municipios, en las que participa también el miembro del Buró Político y Secretario de Organización, Roberto Morales Ojeda: la necesidad de gestionar mejor la producción que implica diversificar los renglones productivos en cada lugar sin perder la esencia de la misión principal, lo impostergable que resulta para un colectivo laboral sembrar alimentos para el consumo propio y de la comunidad, el conocimiento y uso cada vez mayor de la ciencia y la técnica para resolver problemas desde la producción nacional, la necesidad de mantener el oído siempre pegado a la tierra, escuchando a las personas, sus criterios y propuestas.

Cada visita del Presidente a los municipios sirve además para chequear cómo han avanzado los territorios ya recorridos desde el plan de medidas dejado, lo que permite medir, con indicadores concretos, cómo se van resolviendo los problemas y evaluar la gestión de los gobiernos.

Todos contamos y tenemos la posibilidad de aportar para desafiar las durísimas  condiciones que  imponen las acciones del bloqueo. El propósito es sacar lo mejor de nosotros mismos en ingenio y creatividad, fortalezas endógenas “dormidas”, ambientes y formas de trabajo distintos ante contextos diferentes. Con poco se puede mucho, lo que no podemos es detenernos.

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