El actual Código Penal, vigente desde el 1 de diciembre del año 2022, sustituyó al vigente desde 1987. De acuerdo con Guillermo Echevarría Echevarría Trujillo, fiscal profesor de la Escuela Nacional de la Fiscalía General, debido a que «ha cambiado el mundo, los adelantos científico técnicos y había que poner a tono con la realidad actual la legislación penal».
La promulgación de la Constitución de 2019 trajo una actualización de la legislatura penal, como parte de las recomendaciones realizadas por la Asamblea Nacional del Poder Popular en este sentido a tono con la nueva Carta Magna.
Las instituciones comenzaron a regirse por la constitución, y debían tener una garantía de defensa y protección. Ejemplo de ello es la defensa del orden constitucional, y el código penal recoge expresamente delitos y sanciones para asegurar que se respeten las garantías y los derechos de los ciudadanos, expresó Echevarría Trujillo.
Uno de los nuevos pilares de la legislación es la ciudadanía efectiva que permite a los cubanos naturales seguir siendo cubanos y por tanto, en Cuba están sujetos a las leyes cubanas, aunque la persona tenga otra ciudadanía. También se regula el espectro radioeléctrico y el uso de las telecomunicaciones, donde era necesario un orden constitucional, por lo que se tipifican delitos en particular para este aspecto.
La violencia de género es otro de los temas claves que ha sido recogido en la constitución, e igualmente requiere de protección efectiva contra cualquier manifestación de la misma que se produzca en la sociedad, por lo que están contempladas en el código las sanciones para este delito dentro de la pareja en vinculación con el matrimonio y las uniones de hecho.
Fuente: Victor M. Rodríguez Pérez
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