Charles Chaplin fue una de las personalidades más relevantes del mundo en el intensísimo siglo XX. Había nacido en Londres el 16 de abril de 1889. Viajero en el tiempo, el genio del cine mudo resulta un signo del arte universal, inmenso y útil para cualquier confín planetario, de trascendencia sin fronteras en la tarea inacabable del reloj.
El crítico de arte, escritor y profesor cubano Pedro Noa Romero, sostuvo que ese milagro de integridad creadora radica en brillar en todas las estaciones del cine, a partir del óptimo trabajo en el stapstick, en la mímica y en la pantomima, que lo convirtió en el maestro del gesto.
Pedro Noa Romero recordó que Candilejas, rodado en 1952, el último filme de Chaplin en Estados Unidos, considerado por muchos su mejor trabajo, le reportó 11 años después su único Óscar competitivo, aunque no fue suficientemente conocido en ese país, tal vez por las controversias y las censuras de su película anterior, Monsieur Verdoux.
Nacido el martes 16 de abril de 1889 con el nombre de Charles Spencer Chaplin en la capital británica en el seno de una familia de artistas del music hall, la futura estrella de la cinematografía mundial debutó a los cinco años, en un reemplazo de emergencia a su madre en el escenario, de frecuentes trastornos mentales, pero que esa vez había perdido momentáneamente la voz.
A causa de la crítica social que late en sus películas y por sus ideas progresistas, el hombre que brilló en todas las facetas del séptimo arte fue señalado como un presunto activista anti norteamericano, y hasta muchos llegaron a calificarlo de comunista.
Chaplin falleció el 25 de diciembre de 1977 en Corsier-Sur-Vevey, Suiza, tras una complicación cardiovascular que le agravó el cuadro clínico del asma, de la demencia senil, y de un debilitamiento generalizado que lo mantuvo ya al final de sus días en silencio y en una silla de ruedas.
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