Abrimos esta emisión de Chapeando con esta noticia que, lejos de ser falsa, resulta el colofón de la reciente semana de malas noticias que han llegado desde el Imperio.
Este acto es una muestra de hasta dónde puede llegar Trump en su política expansionista, xenófoba y racista. Desde los años 90, diferentes administraciones norteamericanas han abusado de ese territorio robado como refugio o escondite de sus fechorías, pues al no ser territorio legal de Estados Unidos, no aplican sus leyes, pero tampoco las de Cuba, por lo que la zona es un limbo legal donde ninguna ley vale, como lo saben los miles de prisioneros que fueron encerrados allí durante los largos años de guerras en Oriente Medio “en contra del terrorismo”, apunta el periodista Reinier Duardo.
Esta nota necesita análisis más profundos, como deberían llevarlo todas las órdenes ejecutivas de Trump, de acuerdo a la periodista Bárbara Betancourt, quien agrega que “hay análisis que no necesitan más para llegar a determinadas conclusiones: el perfil arbitrario, ilegal por donde se le mire y profundamente xenófobo y por extensión filofacista de la nueva administración norteamericana”.
Hay otra noticia para la cual, como señala la periodista Arleen, fue complicado encontrar sonidos. Se trata de “la manifestación” de cubanos trumpistas en Washington, tan llena de groserías y palabras impublicables que habría sido necesario llenar de pitidos la grabación.
Estas palabras de los líderes de la nada suponían atraer a miles, pero apenas tuvieron público para hacerse un selfie en medio de un discurso lleno de contradicciones. Supuestamente allí estaban convocados todos los que querían dar su respaldo a Trump y sus medidas de asfixia a Cuba, pero eran mayoría los que están acogidos al I220A y están bajo riesgo de deportación cuando se les venza el PAROLE. Incluso, los animadores del circo han usado palabras textuales de Trump al calificarlos de delincuentes potenciales o activos, aunque parece que nadie los escuchó en la Casa Blanca.
Resalta la periodista Bárbara Betancourt que resulta raro “un cura que pone a la gente a rezar y pide invasión e intervención humanitaria, es decir algo así como lo que se ha visto en Gaza, para el pueblo que dice representar, además de que ofende mucho a la mujer cubana, el tipo de mujer que se subió al estrado”. Agrega además que “no queda claro qué consiguieron, pues todos son cazadores de Grant, es decir, dinero del contribuyente americano para seguir viviendo del cuento, aunque está anunciado que pronto les llegará la tijera de Trump”.
Escuche el podcast íntegro: