CHAPEANDO: La cara de la emigración que nadie cuenta

El Oropouche es un virus que se transmite mediante un vector competente (mosquitos) y preocupa a nuestros ciudadanos por la novedad que representa para nuestro país. Aunque es una nueva amenaza y hay que tomar medidas, esta emisión de Chapeando comenzó desmintiendo una de las falsas noticias del fin de semana: Ciber Cuba había circulado titulares sobre la muerte de un bebé con el virus del oropouche.

La Dirección Provincial de Salud de Cienfuegos lo desmintió categóricamente y el padre del niño también realizó declaraciones. El niño había sido diagnosticado hace más de 2 años con síndrome nefrótico, que es una enfermedad crónica renal con ingresos anteriores por descompensación de su enfermedad de base. Y sufrió un shock séptico. Una mentira que no reparó en la sensibilidad del tema, en el dolor de la familia, en la edad del pequeño.

Por otro lado en las redes circula un material sobre un cubano residente en Estados Unidos que se encuentra descontento con la situación. Este video fue divulgado por el Canal 41 y se titula: «Homeless cubano pide repatriarse a Cuba porque…» Escuchemos

Ese es el rostro del emigrado cubano que no se muestra a menudo. Aquí la razón es la ley recién firmada por Ron de Santis para desalojar a los indigentes de las calles. Algunos se enteran de ese costado del sueño americano cuando llegan, después de vender su hogar, todas sus pertenencias y emigrar a como dé lugar porque les han dicho que allí trabajando todo se resuelve y que el acceso a la abundancia está garantizado.
Aquí escuchamos dos testimonios de cubanos pero el escenario es aún más devastador: decenas de personas viviendo a la intemperie, sobre bancos, bajo puentes, sin más amparo que la ropa que cargan y sobre la que duermen.
Un poco más adelante en el reportaje, un funcionario habla de que otras ciudades como Los Angeles o San Francisco tienen más de 60 mil personas viviendo en las calles y que en Miami son poco más de mil.
El mismo hombre dice que sí hay lugares de atención pero que los desalojan a los pocos días.

Esa es una realidad que golpea incluso a las sociedades más desarrolladas. Y, en la nuestra, particularmente en La Habana los hay. Aunque es un asunto para el que se orienta atención especial y se asignan hasta los recursos de que no dispone el país, se han establecido lugares de acogida y atención. El más conocido es el del proyecto Quisicuaba, liderado por el Dr. Enrique Alemán, que tiene su campamento en San Antonio de los Baños.
Pero es una realidad que la vulnerabilidad crece cuando la economía padece, como la nuestra, desequilibrios como la inflación que golpea a los hogares de menos ingresos.

Si desea conocer que otras medidas toma el estado cubano para erradicar esta situación, visítenos

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