Llegamos al 31 de diciembre rodeados de fake news, como las que ubicaban al dúo Buena Fe en Miami, aprovechándose, de mala manera, del día de los inocentes. Lo que sí sucedió en Miami fue una nueva derrota para cierto personaje: El concierto de Bebeshito el sábado en la noche.
Como señala la periodista Bárbara Betancourt, más allá de preferencias musicales, hay un hecho insoslayable: aquel estadio abarrotado de público puso sobre el tapete algunas cosas que no estaban:
1) A pesar de las críticas y las descalificaciones, el reparto se ha impuesto en la nueva generación.
2) Los reparteros cubanos están desplazando a muchos de los que hasta ayer parecían ser dueños de la escena.
3) El innombrable no pone una. Quítenle el cartel de influencer que no influencia a nadie.
Recuerda el periodista Reinier Duardo la intervención en el X Congreso de la UNEAC del Presidente Díaz Canel, donde habló críticamente del tema:
«Hablemos también de las expresiones culturales actuales. El tránsito por estos cinco intensos años nos ha dejado muchas enseñanzas, una de ellas es la atención que debemos prestar desde las instituciones a las nuevas expresiones culturales que surgen. Todavía se dejan ver expresiones de menosprecio o subestimación desde posiciones a veces elitistas. Estamos ante un fenómeno cultural que trasciende los gustos sedimentados durante décadas por su fuerte componente y alcance social.
Desde esas expresiones culturales, que transitan principalmente desde la música, se están generando ideas, valores, concepciones de vida, señales de cambio de paradigmas culturales que no podemos ignorar ni desatender.
Insisto en lo que dije en el Congreso anterior y he repetido en reiteradas ocasiones: no es un problema de género artístico, el problema siempre será lo que promuevan en términos de valores. Pero estando ausentes del fenómeno, manteniéndonos al margen, no lograremos jamás influir en sus creaciones ni sumarlos a la política cultural de la Revolución Cubana.
El hecho de que laboratorios subversivos radicados en Estados Unidos hayan apostado a exponentes de este género en épocas recientes para llegar a sectores populares es una señal no despreciable del impacto que tienen en segmentos cada vez más amplios del país y a los cuales nosotros también tenemos que saber llegar. Eso tiene que ver con cultura y Revolución”
El estado cubano no ha estado de espaldas al fenómeno que abarrotó el sábado un estadio de Miami y aquí en Cuba abarrota otros locales.
El 2025 será otro año con ataques al pueblo cubano, encima sabiendo que, después de una rabieta de María Elvira Salazar, Blinken dijo ante el Congreso de Estados Unidos que Biden no cambiará la política hacia Cuba antes de dejar la Casa Blanca, además de mantener a Cuba en la lista espuria.
Sin embargo, una noticia nos recuerda que en cuanto al terrorismo, Cuba sólo ha sido y sigue siendo víctima de actos financiados por los mismos que elaboran las listas.
Para la periodista Bárbara Betancourt, es claro el choque de conductas diferentes: Cuba libera al terrorista que cumplía órdenes de la mafia del sur de la Florida, esa mafia permanece impune y, además, exige a gritos que nos mantengan en la lista.
Concluye el periodista Reinier Duardo que, pese a que ningún medio fuera de Cuba lo diga: se confirma que somos un Estado de Derecho, donde la justicia está por encima de la venganza, justicia que no ha llegado a ningún terrorista de los que aún tienen su cueva en el sur de la Florida.
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