El oficio obliga. No podemos dejar pasar un hecho de connotaciones geopolíticas globales. La entrevista concedida por el Presidente de Rusia, Vladimir Putin a Tucker Carlson, un periodista que tiene una visibilidad suficiente como para haber roto la censura que Occidente le ha impuesto al líder ruso. Escuchemos un brevísimo fragmento:
Por qué Occidente, los adalides de la libertad de expresión y de prensa, quieren bloquear una entrevista a Putin. Yo diría que por lo mismo que Edward Snowden ha tenido que refugiarse en Moscú y Julián Assange permanece preso, en un proceso oscuro. Porque la verdad es el arma más poderosa que existe para enfrentar a un imperio que viola las mismas leyes que impone a otros. Cuba sabe lo que es que te bloqueen y además mientan sobre lo que haces y lo que respondes sea ocultado, desconocido, ninguneado.
Al margen de algunas afirmaciones realmente polémicas sobre los procesos que condujeron a la II Guerra Mundial y el papel de Polonia en ellos, la entrevista es una demostración de músculo político. Además, tiene momentos de gran calidad, como la pregunta de Carlson sobre la voladura de gasoducto que llevaba gas ruso a Alemania. Escuchemos:
Se han usado estrategias de comunicación que explican que al día de hoy, casi cuatro días después de la entrevista, esta tenga más de 200 millones de visualizaciones en twitter, ahora X, y que lo más fuerte que se escuchó por parte del estamento político norteamericano y europeo, sea el verso de Hillary Clinton diciendo que Tucker hizo de tonto útil al servicio de Putin.
Evidentemente los sorprendió y descolocó la narrativa de Putin. Pero, considerando que hoy la guerra en Ucrania no es Rusia-Ucrania sino Rusia-OTAN, es decir, Rusia-Occidente, uno esperaría que del lado de sus adversarios, dígase Estados Unidos que es quien manda en la OTAN, hubiera más que ofensas y amenazas.
Escuchemos la emisión íntegra de Chapeando: