Chapeando: De fantasmas y treguas rotas

Algunas personas, cuando quieren señalar las habilidades de alguien súper dotado, usan la frase: «Es la bala que mató a Kennedy, pues la versión oficial, después de más de 60 años sigue siendo que un solo hombre, Lee Harvey Oswald es el único responsable del magnicidio de Dallas, disparando desde un sexto piso a una caravana en marcha.

A continuación les presentamos un debate en una radio española, que tuvo lugar hace un mes:

Sobre el asunto existe mucha propaganda y poca sustancia, que puede resumirse así:

  1. Se han desclasificado aproximadamente 80,000 páginas de documentos, incluyendo 1,123 archivos completamente nuevos, subidos al sitio web de archivos nacionales.
  2. La desclasificación ocurre por orden de Donald Trump el 18 de marzo de 2025, tras la firma de la Orden Ejecutiva 14176 el 23 de enero de 2025.
  3. Representa la desclasificación más exhaustiva hasta la fecha de los registros federales relacionados con el magnicidio, sin precedentes y cierra un capítulo de secretismo gubernamental en torno al tema.
  4. Sin embargo, las alusiones a los vínculos de Oswald con las embajadas cubana y soviética en México no resuelven las grandes incógnitas del asesinato de JFK. Solo muestran un Oswald frustrado, observado de cerca por los servicios de inteligencia de EEUU antes del magnicidio, pero no necesariamente dirigido por potencias extranjeras para efectuar el atentado, dejando las teorías de conspiración en un terreno especulativo.
  5. Oswald pudo ser observado previamente para ser tomado como chivo expiatorio del asesinato que cometerían otros después y esto cobra fuerza con las revelaciones de un agente CIA quien contó a un grupo de amigos que la agencia había asesinado a Kennedy por temor a que fuera sobre corruptelas en su interior.
  6. Los documentos son claros en evidenciar la experiencia de la CIA en la preparación de atentados, de manera particular todos los que armaron contra Fidel.
  7. Para muchos, el verdadero impacto podría ser más político y cultural que investigativo, consolidando el legado de Trump como un disruptor mientras el debate sobre el magnicidio sigue abierto.

“Los sobrevivientes de la prensa contra Cuba del sur de la Florida se ha agarrado de la noticia para insistir en una de las ya probadas razones detrás del crimen: culpar a Cuba para provocar una agresión directa. La presencia de los más connotados terroristas anticubanos en Dallas el 23 de noviembre de 1963 está probada por la historia. Los libros del General Fabián Escalante lo confirman”, anota el periodista Reinier Duardo.

Pese a lo anterior, la verdadera noticia relevante del martes, era otra:

Este juego macabro de entretener con revelaciones que no revelan realmente nada, mientras se desata otro infierno sobre Gaza y la comunidad internacional no pasa de la condena, se parece mucho a la bala que mató a Kennedy: más engaño envuelto en el manto de las noticias que todos consumimos, no importa en qué parte del mundo se viva.

Lo mismo ocurre con la deportación sin juicio previo a doscientos venezolanos a El Salvador,  para la super cárcel de Bukele, donde no importa que un juez esté en contra, que se salten todas las normas. Simplemente ocurre, mientras los medios hablan de un hecho de hace 60 años del que sólo se sabe que nunca se sabrá toda la verdad.

Escuche y descargue el podcast íntegro:

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