Resulta estimulante ver que hay personas fuera de Cuba con suficiente información y dignidad para decir la verdad más profunda sobre los problemas de Cuba. El bloqueo es contra el pueblo de Cuba. Está clarísimo desde el Memorando de Mallory.
A todo eso le pusieron el cuño, como se dice en buen cubano, con la Ley Helms-Burton, que como bien explica un cubano desde Madrid en el programa español: “Queremos Opinar”, codifica como ley al bloqueo. Esto impide a cualquier administración favorable a levantarlo, como decía ser la de Obama, la posibilidad real de levantarlo.
La Helms Burton desde sus primeros capítulos establece que no se reconocerá a un gobierno cubano que no sea debidamente certificado por un enviado de ellos. Es decir, el retorno a 1902 o a 1952, cuando su hombre en La Habana dio un golpe de estado bendecido por Washington.
Pero, en muchos lugares siempre puede aparecer alguien como Judith, emigrada cubana residente en Murcia, que niega el bloqueo porque el pollo que entra a Cuba de la canasta básica es de origen estadounidense. El Periodista José Miguel Villarroya lo responde muy bien. Esos pollos americanos comprados por Cuba para abastecer la canasta básica son una excepción que viene de los tiempos de W. Bush ante el paso de un ciclón, pero no se autoriza a vender nada de Cuba a Estados Unidos y ese pollo hay que pagarlo al contado, sin crédito y bajo condiciones leoninas. Lo que ocurre es que, aún así, puede salir menos caro que ir a buscarlo al otro lado del mundo, sin tener acceso a créditos, que así es que vende el resto del planeta
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