Para muchos cantar es sinónimo de alegría. Cuando se canta, las personas sienten que las embarga una dicha que no pueden describir. Al hacerlo se libera la mente de pensamientos negativos y surgen sentimientos de felicidad.
Existe consenso sobre que al cantar se reduce el estrés, aumenta la inmunidad y la función pulmonar, refuerza la flexibilidad atencional, mejora la memoria, fortalece la salud mental y ayuda a lidiar con el dolor físico y emocional.
¿Sabías que al cantar se libera una amplia gama de sustancias químicas que contribuyen a los sentimientos de plenitud?
Los ejemplos incluyen β-endorfina, dopamina, serotonina y oxitocina; y también endocannabinoides.
En consecuencia, cantar puede tener una amplia gama de efectos psicológicos importantes, que ayudan a desarrollar la confianza en uno mismo, reducir la soledad e impactan positivamente en los niveles de ansiedad.
Una de las mejores cosas de cantar es que no tienes que ser excepcionalmente bueno para cosechar las recompensas; puedes seguir tus canciones favoritas en la radio.
Dominar una nueva canción puede ofrecer una verdadera sensación de logro, desarrollar la autoestima, aumentar la confianza y poner a prueba nuestras habilidades de escucha. Hay que tener en cuenta que aprender una canción es una tarea complicada para el cerebro.
Cantar también puede ser relajante. Al igual que el yoga, interpretar una canción te obliga a concentrarte en tu respiración y rendimiento físico, dándote un descanso de la charla cerebral y las preocupaciones que ocupan tu mente durante todo el día.
Cantar en grupo promueve la inclusión social, apoya el desarrollo de habilidades sociales y permite que personas de diferentes edades y habilidades se unan para crear algo único en las artes, con éxito.
El canto saludable también nos permite maximizar nuestro potencial para comunicarnos con los demás. Aprendemos a mejorar la coordinación vocal subyacente, aumentar el color vocal e impactar la variedad intencional en la comunicación.
De hecho, para un porcentaje muy alto de la población laboralmente activa, la voz es una esencial herramienta profesional (por ejemplo: para maestros y abogados)
Cantar es una actividad alegre y que les da a los niños un sentido de competencia. Es difícil hacerlo mal, por lo que los niños experimentan la actividad como exitosa. Recuerden siempre que los niños pequeños necesitan validación y sentir que son capaces de alcanzar logros.
Cantar canciones no es solo por diversión. Ayuda al desarrollo de un niño de muchas maneras. Es una excelente forma de desarrollar vocabulario y exponerlos a la gramática de un idioma, la construcción de oraciones y el orden de las palabras. Escuchar las palabras de las canciones y aprender a cantarlas fortalece la memoria auditiva de un niño.
Un sitio web consultado afirma que: la base para aprender a leer y deletrear es entender el sonido y ser capaz de identificar diversos sonidos en las palabras. Cantar enseña a los niños a usar sus voces, ser escuchados y expresarse. Un niño que está continuamente interpretando canciones, siente que está siendo escuchado y reconocido.
Por otra parte, el canto coral genera felicidad y eleva el estado de ánimo, lo cual contrarresta los sentimientos de tristeza y depresión. Cuando cantas, no puedes estar triste por mucho tiempo -aseguraba una de las integrantes de un coro-. Es algo que de verdad te levanta el ánimo. Formar parte de un coro significa que estás en un equipo, que todos se ayudan unos a otros, y eso produce una tremenda satisfacción.
Cantar requiere una concentración focalizada, que bloquea las preocupaciones y distrae de los problemas. Esto, sumado a la producción de endorfinas y demás sustancias que propician el bienestar, contribuye con la reducción del estrés. Cantar exige una respiración profunda y controlada, lo cual contrarresta la ansiedad.
El canto coral ofrece la sensación de apoyo social y amistad, algo que ayuda a evitar los sentimientos de aislamiento y soledad. “El coro ha sido un salvavidas para mí -expresaba una mujer de 69 años-. Vivo sola y no tengo familia. Pero pertenezco a dos grupos y disfruto de ambos”.
Cantar implica educación y aprendizaje (memorizar letras, melodías, etc.), y por lo tanto contribuye a mantener la mente activa y a prevenir el deterioro de las funciones cognitivas.
El canto coral supone el compromiso regular de asistir a los ensayos, una motivación para que las personas estén físicamente activas.
Además, diferentes estudios concluyeron que cantar podría ayudar en el tratamiento de ciertos problemas en el habla, como la tartamudez y otros neurológicos, como lesiones cerebrales no congénitas, mal de Parkinson o trastornos del espectro autista.
En general, estos beneficios combinados sugieren que cantar es una de las formas más positivas de actividad humana.