Camagüey rinde homenaje póstumo a Don Miguel Cuevas

Camagüey, Cuba. – En el estadio Cándido González, donde tantas veces sus batazos llenaron de alegría a la afición beisbolera, el pueblo camagüeyano acompañó a los familiares de Miguel Cuevas Piedra, en la despedida del otrora estelar pelotero, que defendió los colores de Cuba, y de los equipos Azucareros, Orientales, Granjeros y Camagüey.

Al tributo póstumo acudieron Glorias del Deporte, destacados ex atletas, entrenadores, las nuevas generaciones que se forman en las escuelas, los integrantes de los equipos de la provincia, dirigentes de diversos organismos y sectores, los aficionados, y en tránsito hacia el Oriente, los árbitros que actuarán en las próximas sub-series de la pelota cubana.

Las enseñanzas de Miguel Cuevas, no se olvidan, asegura Felipe Sarduy, para quien fue “más que compañero y amigo, un hermano».

“Recuerdo cuando me inicié, en la Tercera Serie Nacional, Cuevas fue quien me enseñó y me abrió las puertas en todos los sentidos, en la parte deportiva, sobre la conducta social que debíamos mantener, la disciplina, el respeto a los árbitros, al público y a los propios compañeros; y a partir de ahí, aquello para mí fue como una ley».

Foto: Miozotis Fabelo Pinares

Fue también un compromiso, porque él habló con mi papá, que eran amigos; y ya con los padres por medio, para uno era un compromiso inviolable, y eso me sucedió con Cuevas. Todo lo que me indicó yo lo logré, nunca fui amonestado en ningún juego en las 21 Series Nacionales en que participé; jamás tuve diferencias con mis compañeros o de otros equipos; y eso se lo agradezco a Cuevas.

Seguirá siendo recordado como un maestro, asegura  Felipe Sarduy, “y le digo a las nuevas generaciones  que pueden contar conmigo para que estudien y conozcan la vida de Miguel Cuevas. A sus hijos  los que vi crecer junto a él; lo que quiere decir, que en su casa, como padre, fue excelente y ejemplo en la formación de esos muchachos; es decir, que todos esos atributos, han  hecho que tantas personas, de todas las edades,  vengan  a compartir el dolor con la familia”.

Juan José Cuevas, uno de los hijos de Don Miguel, siguió el camino deportivo como árbitro, “fue toda una vida con el deporte, nos inculcó sobre todo la férrea disciplina. Era muy exigente, y decía que para lograr algo había que ser muy disciplinado. Los hijos creemos que le hemos cumplido. Se mantendrá su ejemplo y sus enseñanzas, la disciplina y el sacrifico, para llegar a ser estrella, como él”.

Luis Ulacia, otrora estelar  pelotero, cuenta que “una de las grandes aspiraciones que  tenía era conocer personalmente a Miguel Cuevas; y tuve esa posibilidad y formar parte como si fuera de su familia».

Foto: Miozotis Fabelo Pinares

Es una pérdida dura para Cuba, y muy dolorosa; pero, lo más importante es tenerlo en nuestros corazones, porque fue digno, y ejemplo como deportista, como pelotero, como persona, como amigo, y como padre. Merece todos los honores.

Miguel Cuevas, uno de los fundadores de las Series Nacionales, jugador de los jardines y bateador derecho de gran poder ofensivo, será recordado también por sus actuaciones en competencias internacionales, entre las que sobresalen, los Juegos Panamericanos de 1963, cuando conectó tres cuadrangulares en un mismo partido, récord vigente para esos torneos.

El viernes 24 de mayo,  falleció en esta ciudad, a los 89 años de edad, el estelar pelotero Sol Miguel Cuevas Piedras, Gloria del Deporte Cubano; quien debutó en la Primera Serie Nacional de Beisbol, con 26 años de edad, el 14 de enero de 1962, en el Estadio Latinoamericano;  y se despidió del deporte activo el 21 de noviembre de 1974,  en el  estadio Cándido González Morales, con la presencia del Comandante en Jefe Fidel Castro.

El  legado de Don Miguel trasciende el terreno de juego, y el pueblo de Camagüey despide a su Hijo Ilustre.

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