El presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, calificó de acto militar hostil la llegada del submarino de ataque estadounidense USS Alexandria a la base naval de Busan en Corea del Sur, intensificando sus enfrentamientos con Washington y sus aliados en la región.

Un portavoz del Ministerio de Defensa norcoreano, citado por la agencia de noticias KCNA, aseguró que ese despliegue puede transformar la aguda confrontación militar en la región en un verdadero conflicto y lanzó una advertencia directa a Estados Unidos para que detenga las provocaciones.
El gobierno norcoreano consideró que la primera aparición manifiesta de un submarino nuclear estadounidense en la península de Corea este año es una expresión clara de la invariable histeria de Estados Unidos por la confrontación con Pionyang y señaló que sus fuerzas vigilan de cerca la frecuente aparición de los medios estadounidenses en la región.
El USS Alexandria, un submarino de ataque de clase Los Ángeles, llegó a Busan para supuestamente reponer suministros, ante lo cual Kim Jong-un acusó a Estados Unidos de incrementar el riesgo de una guerra mundial e instó a fortalecer las fuerzas nucleares de su país durante un discurso con motivo del aniversario 77 de la Fundación de las Fuerzas Armadas norcoreanas.

El jefe de Estado reafirmó la política inquebrantable de Corea del Norte de continuar con el desarrollo de su arsenal nuclear e impulsó una serie de nuevos planes para reforzar todas las medidas de disuasión.
En su intervención ante altos militares, señaló que el despliegue de activos estratégicos nucleares estadounidenses junto a los ejercicios militares conjuntos de Washington, Seúl y Tokio están creando un desequilibrio militar en la región y representan un grave desafío para la seguridad norcoreana.


El presidente de Corea del Norte reafirmó su postura ante los conflictos internacionales acusando a Estados Unidos de fomentar crisis en Gaza, Siria, Rusia y Ucrania, y responsabilizó a Washington de prolongar la guerra en Rusia y Ucrania con el sueño irrealizable de asestarle reveses estratégicos a Rusia, a la vez que respaldó al presidente Vladimir Putin citando el tratado de defensa mutua que firmaron los dos países el año pasado.
En su discurso, el presidente norcoreano afirmó que no quiere tensiones innecesarias, pero advirtió que tomará medidas sostenidas para asegurar su equilibrio militar regional. Además, aseguró que responderá a Estados Unidos y sus aliados con un lenguaje que puedan entender.