El ultraderechista expresidente brasileño Jair Messias Bolsonaro, regresó a su país desde Orlando (Florida), donde había permanecido desde finales de diciembre.
Vuelve con la aspiración de encabezar la derecha brasileña.
La policía lo citó para que el próximo miércoles 5 declare sobre unas joyas regaladas por la familia real saudí que se llevó a su casa de manera irregular. Por vez primer, en tres décadas de carrera política, no tiene inmunidad.
Bolsonaro viajó a Estados Unidos el pasado 30 de diciembre y no participó en la solemne ceremonia de entrega del poder a su sucesor Lula da Silva. Una semana más tarde de la toma de posesión del líder de la izquierda como presidente, un grupo de bolsonaristas protagonizó el ataque más violento sufrido por la democracia en el gigante sudamericano durante décadas con el asalto a las sedes del Congreso, la Presidencia y el Tribunal Supremo. En tal sentido, Bolsonaro ha sido investigado por los tribunales y la policía, tras ser acusado por haber alentado el asalto.
El expresidente tiene previsto ir hasta la sede del Partido Liberal para encontrarse con su esposa, y con parlamentarios afines.
Bolsonaro anunció hace una semana que regresaba definitivamente, cuando Lula está a punto de cumplir los primeros tres meses de su mandato.
El asalto de enero
Miles de radicales seguidores de Bolsonaro, asaltaron el domingo 8 de enero las sedes del Congreso, de la Presidencia y del Tribunal Supremo, en Brasilia. También exigieron una intervención militar.
Los manifestantes golpistas llegaron al corazón del poder en la capital de Brasil desde el Cuartel General del Ejército, ubicado a nueve kilómetros en línea recta, donde estaban acampados desde que Bolsonaro perdió las elecciones.