Bolívar renacido a 193 años de su sobrevida

A 193 años de la muerte de Simón Bolívar, su imagen, su legado, su pensamiento, están hoy más presentes que nunca en una región que necesita de la unidad para salvaguardar esos sueños independentistas, de emancipación y justicia a los que él consagró su prolífera existencia.

Según José Martí, el primer bolivariano de esta América Nuestra, y quien se consideró como un hijo del prócer, la figura del Libertador: “Quema y arrebata; conocerlo en todas sus facetas es como sentirse orlado de oro el pensamiento”.

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Alejandro Miguel López Rodríguez, Presidente del Centro de Estudios Simón Bolívar, en la capital venezolana, señala que la institución, adscrita al Ministerio del Poder Popular para el Despacho de la Presidencia y el seguimiento a la Gestión de Gobierno, se encarga hoy de promover estudios e investigaciones sobre la obra de uno de los más grandes hombres de nuestra historia.

Según explica “en el año 2020, nuestro Presidente Nicolás Maduro ordena la creación de esta institución, y entre nuestros objetivos esenciales figura “tomar la ofensiva en un contexto de ataque a Venezuela y a la figura de Bolívar como símbolo de la Revolución Bolivariana”.

Según el experto, se trata de ver a Bolívar como patrimonio de los venezolanos y venezolanas, incentivar el estudio y la divulgación de la obra del Libertador y su legado actual, no como un hombre que luchó hace 200 años, sino como líder de un gran proceso de liberación con mucha vigencia en la actualidad, y que tuvo una de sus máximas expresiones en el movimiento político, constitucional, revolucionario, bolivariano, incentivado por Hugo Chávez desde que creó en 1982 el Ejército Revolucionario Bolivariano 200.

Y según explica “el centro reúne perfiles diversos, la historia, la antropología, el arte, la sociología, comunicaciones, para ver a Bolívar no sólo en libros de Historia y en discursos políticos, sino en las calles,  plazas, escuelas, constatar su presencia en la sociedad venezolana y mundial, ¿por qué lo seguimos estudiando? porque no todo está dicho sobre su obra”, consideró.

El Centro enlaza muchas instituciones, como la Biblioteca Nacional, el Archivo General de la nación, el Centro Nacional de Estudios Históricos, además de unir un conjunto de personalidades, académicos, con aportes invaluables a Bolívar y al movimiento revolucionario independentista, sus investigadores y colaboradores se concentran en la obra del Libertador y en el estudio de un tiempo histórico, desde los inicios de la ruptura con el Gobierno Español hasta la creación de las Repúblicas independientes, Venezuela, Bolivia, Colombia,  Perú, y a todas las naciones americanas que pudieron tener sus procesos independentistas en 1830, y años después como el caso de Cuba.

Tras una larga enfermedad, Simón Bolívar falleció a la una de la tarde del viernes 17 de diciembre de 1830 en la Quinta de San Pedro Alejandrino, una antigua hacienda situada en la ciudad de Santa Marta, al norte de Colombia. En su testamento, hecho sólo unos días antes, escribía: “Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro».

BOLÍVAR MULTIPLICADO

Ese Bolívar urgente y necesario es el que multiplica hoy en Venezuela. Ahí está la imagen del Libertador, cuyo nombre dignifica uno de los Estados de la nación hermana,  municipios, escuelas, ciudades, murales, o en instituciones donde está su impronta, la Casa histórica e Ingenio de Bolívar que perteneció a su familia en el Estado Aragua, su Casa natal en Caracas, el Panteón Nacional, donde descansan sus restos, o tantas plazas en cada territorio, de ellas, la que en la capital tiene su estatua, y ante la cual Martí rindió tributo sin quitarse el polvo del camino cuando llegó a  esta tierra.

De acuerdo con el profesor López Rodríguez, “Nos unen a muchas personas del mundo las ideas de Bolívar, sus acciones inspiran movimientos políticos, culturales, sociales, su imagen está reinterpretada en murales en nuestras calles, Bolívar con lentes de sol, manejando motos, eso habla de su vitalidad, porque lo inserta en la historia pero en la actualidad”, añade.

El Centro de Estudios Simón Bolívar tiene varios proyectos, entre ellos, proyectos editoriales, más de 30 publicaciones, ensayos, monografías, folletos, Páginas web “Memorias de O’Leary” (Daniel Florencio O’Leary fue un oficial irlandés amigo personal de Bolívar, sirvió al movimiento de independencia americano, y recopiló las memorias y documentos del Libertador, hoy digitalizados).

La institución también organizó el Diplomado “Vida y obra del Libertador Simón Bolívar, que se enfoca en la visión pedagógica critica y en el concepto de la historia insurgente, que ve como protagonista a los pueblos en lucha y el desarrollo de acciones colectivas, donde se integran las mujeres, los afrodescendientes, los pueblos indígenas, “la historia no es de un rey, un general, es de un pueblo, y Bolívar fue líder de un pueblo”, señala el Director del centro.

En este curso de analiza la Patrimonialización y comunalización de Bolívar, es decir “cómo lo encontramos vivo en cada territorio, muchas escuelas llevan su nombre, todas las ciudades y pueblos tienen una Plaza Bolívar, indagar cuáles acciones hace el pueblo para recordarlo, ya sea una copla, una poesía, una puesta en escena teatral en un colegio, un espacio público, todas esas formas de recordar el Libertador que nos moviliza, con una mirada desde la militancia para sumar más  personas desde un sentimiento colectivo,  lo cual es muy importante para la América”.

Sobre Bolívar dijo el Héroe Nacional cubano, nuestro Martí “Su ardor fue el de nuestra redención, su lenguaje fue el de nuestra naturaleza, su cúspide fue la de nuestro continente”.

Según declaraciones de este analista, la imagen de Bolívar “es la de un guía que actúa y piensa en colectivo, con los otros sectores sociales, piensa en hombres y mujeres sometidos a la esclavitud, y aboga por la abolición de ese flagelo, por la eliminación de los tributos, por la defensa de los pueblos indígenas, por la unidad de los pueblos de América, con autodeterminación y con su impronta antimperialista; pero también piensa en el mundo, en la Carta de Jamaica habló de la necesidad del equilibrio del mundo, eso fue en 1815, y 200 años después tiene plena vigencia”.

LO BOLIVARIANO, EJE DE PENSAMIENTO DE NUESTROS PUEBLOS

Para el investigador, lo bolivariano se destaca en la lucha por la igualdad y justicia social, por el establecimiento de métodos de educación popular, la enseñanza para todas y todos, la educación para el trabajo, para transformar la realidad.

Asimismo, la práctica de la independencia y la postura antimperialista, buscar leyes propias, que correspondan a nuestra idiosincrasia, cultura, y dinámica económica de nuestros pueblos, asimismo la idea de la unión de América, lo cual se concreta con la creación de la Gran República de Colombia que sumó varios territorios del antiguo Virreinato de la Gran Granada, una gran nación que tuvo vida hasta 1830, “Bolívar no solo tuvo un sueño, sino que lo  puso en práctica, una realidad concreta, fue una gran República de más de 2 millones de kilómetros cuadrados, con salida al Atlántico, Pacifico, con minas importantes de oro, plata, tierras fértiles, ríos caudalosos, una República que firmó tratados con México, Chile, que organizó el Congreso Anfictiónico de Panamá en 1826, lo cual es el referente de la unión de América”.

Mantener la impronta de Bolívar es importante, pues habla del valor de una identidad propia, de amor por el terruño, de una construcción del sentido de patria, que va más allá de intereses individuales. Hoy resuenan las palabras del apóstol de la independencia de Cuba. “¡Pero, así está Bolívar en el cielo de América (…) calzadas aún las botas de campaña, porque lo que él no dejó hecho, sin hacer está hasta hoy; porque Bolívar tiene que hacer en América todavía!”.

Un hombre de carne y hueso “que le gustaba bailar, que preparaba sus propias ensaladas, que le gustaba la conversación, apasionado de la música, eran hombres reales que pudieron sobreponerse en circunstancias no extraordinarias, sino cotidianas, y fueron puntales de una lucha colectiva, para alcanzar una República independiente”, señalaelPresidente del Centro de Estudios Simón Bolívar.

En su criterio, hace mucha falta el Bolívar que nos habla de nosotros mismos, que cuestiona sus privilegios, que va mas allá de su realidad de comarca, como decía Martí, que le gusta establecer diálogos culturales, “el Ejército que conduce Bolívar en la Batalla de Carabobo es el más diverso, lo integran blancos, negros, mulatos, indígenas, antillanos, pueblos británicos, galeses, irlandeses, escoceses, no hay líder que haya tenido una fuerza tan diversa con un objetivo común, y eso es una enseñanza para la América actual, cuando intentan ponernos cuñas en nuestra idea de integración”, puntualiza.

Cuando se acaba de conmemorar el Bicentenario de la Doctrina Monroe, América para los americanos, el investigador señala que “es preciso defender más que nunca el bolivarianismo vs monroísmo, el bolivarianismo de igualdad y justicia social, de unión de América en contraposición del monroísmo que es una expansión, guerrerismo, intervención, individualismo, supremacía blanca, expansión cultural. El bolivarianismo es una fuerza de contención a ese propósito, viendo el legado de Bolívar, cada pueblo puede tener sus liderazgos colectivos, es una de las pertinencias del legado del Libertador”.

Y finalmente concluye: “no nos gusta verlo desde la muerte sino desde la inmortalidad, es un legado que camina en la calle, preferimos referirnos a la siembra del Libertador, ese hombre que entregó su vida en el sagrado empeño de unir en una nueva nación a los americanos en una causa común”.

Ese es el Bolívar que renace cada día a 193 años de su siembra, como semilla que germina.

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