Muchos consideran que febrero es el mes más especial del año. Existen muchas razones para afirmarlo. En primer lugar, porque tiene sólo 28 días. Además, cada cuatro años, añade uno en su calendario.
La razón de este particular cambio es corregir el desfase existente con el año trópico, que es de 365 días, 5 horas y 47 minutos. Como consecuencia de este retoque, los años bisiestos tienen que incluir 24 horas más a febrero, evitando con ello que las fechas astronómicas y cronológicas dejen de coincidir.
Al tener 28 días, febrero es el único del calendario en tener cuatro semanas exactas, con excepción de los años bisiestos. A través de los años se aprecia que en ese mes la temporada invernal llega poco a poco a su fin, pues los fríos se desvanecen, dando paso a oleadas ocasionales de calor, claro indicio de que la primavera está cerca. No obstante, para el sector agrícola aún representa una temporada en la que se debe tener mucho cuidado por los efectos de las todavía bajas temperaturas.
Febrero es el segundo mes del año en el calendario gregoriano, con 28 días en los años regulares y 29 en los años bisiestos. El calendario gregoriano se originó a partir de un primer estudio realizado en 1515 por científicos de la Universidad de Salamanca, y de un segundo en 1578.
El calendario gregoriano es originario de Europa, actualmente utilizado de manera oficial en casi todo el mundo, denominado así por ser su promotor el papa Gregorio XIII, quien promulgó su uso por medio de la bula Inter Gravísimas.
A partir de 1582, sustituyó gradualmente en distintos países al calendario juliano, utilizado desde que Julio César lo instaurara en el año 46 antes de Cristo. El calendario juliano era, básicamente, el calendario egipcio, que estableció la duración del año en 365,25 días.
Según un sitio web consultado los primeros países en adoptar el calendario actual fueron los dependientes de la Monarquía Hispánica del rey Felipe II, es decir, España y sus virreinatos en América, las islas Filipinas, los estados de la península itálica (actual Italia) y Portugal, entonces también bajo la Corona española, y además los estados italianos dependientes de la Santa Sede en 1582. Sin embargo, el Reino de Gran Bretaña y sus colonias americanas no lo hicieron hasta 1752.
El vocablo febrero proviene de la palabra en Latín “Februare”, la cual nace de Februo, que significa “limpiarse”. Este mes fue nombrado de esta manera porque en ese mes los romanos realizaban ciertos ritos religiosos dedicados a Plutón, con el objetivo de conseguir pureza.
En todos los meses hay al menos un día de Luna llena, pero febrero se salta ese hecho. Cada cierta cantidad de años, pasa completo sin que haya alguna.
La flor de febrero es el Iris. Sus tonalidades representan la fe, el valor, la sabiduría y la esperanza. En la Antigua Grecia Iris era el mensajero de los dioses, que simbolizaba el lazo de unión entre el cielo y la tierra.
La piedra preciosa del mes de febrero es la amatista. Debido a la intensidad de su color violeta se le atribuyen propiedades de protección, convirtiendo las energías negativas en positivas.
Las personas nacidas en ese mes son sinceras, empáticas, intuitivas, sensibles y pacientes. Su signo del zodiaco es Acuario (nacidos entre el 21 de enero y 19 de febrero) y Piscis (nacidos entre el 20 de febrero y el 20 de marzo).
Los antiguos romanos consideraban que los meses de enero y febrero no sé merecían tener nombre, ya que eran periodo de invierno.
Febrero es un mes festivo en muchas partes del mundo, ya que se celebra el carnaval. En sus orígenes, su finalidad fue la de aprovechar el momento para divertirse y celebrar antes que comience la cuaresma. Asimismo, el carnaval termina con el miércoles de ceniza, que marca el primero de los 40 días antes de la Semana Santa, tiempo de sacrificio y austeridad.
El curioso nombre de «año bisiesto» –nombre con el que se designa a los años que incluyen 29 días en el mes de febrero– procede del latín«bis sextus dies», un día de más que añadió el emperador Julio César entre el 23 y 24 de febrero. El último año que incluyó 29 días fue 2012.
El mes de febrero es el único del calendario gregoriano que no tiene30 o 31 días, pues consta tan solo de 28. Durante algún tiempo se creyó que fue porque César Augusto quitó dos días para sumarlos al mes que llevaba su nombre (Agosto), sin embargo, esto es un mito, pues el hecho de que febrero tenga 28 días es tan solo el resultado de los diversos cambios que ha sufrido el calendario desde su creación. A esto se añade el hecho de que en sus inicios el mes de enero y febrero no existían en el calendario y tras múltiples modificaciones, los meses quedaron tal cual como los conocemos ahora con sus respectivas particularidades.
Algo que caracteriza este mes es que se conmemoran importantes efemérides como son, entre otras, el día mundial contra el de la fraternidad humana, de Tolerancia Cero a la Mutilación Genital Femenina, El Día de Bob Marley, Día de los Enamorados o de San Valentín, Día Mundial de la Justicia Social, Día Internacional de la Lengua Materna y del Implante Coclear.
Estamos en febrero conocido como uno de los meses más fríos del invierno cubano, sin embargo, una vez más se comprueba que en Cuba siempre es verano, sino que lo digan las temperaturas agradables de estos días y el cielo azul que nos cubre.