El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lucha hoy por salvar su candidatura en 2024 y aunque su rival, el republicano Donald Trump, emerge de momento como favorito, algunas encuestas revelan que el demócrata aún puede ganar.
En el complejo entramado de la política estadounidense cualquier cosa puede ocurrir. Las opiniones difieren. Unos estiman que es temprano para dar por perdida la carrera para Biden, al tiempo que otros analistas opinan que permitir que vaya a la boleta del 5 de noviembre sería un suicidio para los demócratas.
Biden defiende el concepto de que aún falta para el esperado martes del penúltimo mes del año, de acuerdo a lo que expresó en sus más recientes apariciones públicas cuando subrayó que la campaña empieza ahora (faltan menos de cuatro meses para el día de las elecciones).
Una encuesta publicada la víspera, semanas después del desafortunado debate de Biden con Trump en Atlanta, reveló que la carrera presidencial no ha cambiado y que sigue empatada estadísticamente.
El nuevo sondeo nacional de NPR/PBS NewsHour/Marist determinó que ganó un punto desde el tanteo del mes pasado aplicado antes del debate. En esta encuesta, Biden, con 50 por ciento, aventaja a Trump, que obtuvo el 48, en un eventual enfrentamiento, pero es un núnmero que entra en los márgenes de error.
No obstante, el resultado reñido es un indicador que en alguna medida da la razón a Biden, quien sostiene, pese a los pedidos de que se haga a un lado, que es el nominado, como repitió anoche en Detroit, Michigan, en un mitin de campaña.
Sin embargo, las fisuras se hacen sentir cada vez más entre las filas de su partido respecto al pedido de que entregue la bandera a otro candidato que realmente podría imponerse a Trump, “y voy a volver a vencerlo», consideró la víspera en Michigan.
La primera parada de Biden al llegar a ese estado -clave en las próximas elecciones- fue en Northville y luego siguió hasta Detroit Renaissance High School, Detroit, donde vitoreado por un entusiasta auditorio que coreaba ‘No te vayas’, prometió que ganará allí nuevamente en 2024.
El presidente repitió que continuará adelante en su campaña y como los votantes decidieron y “nadie más», entonces «(…) yo no voy a ir a ninguna parte».
Biden centró sus ataques en Trump y el denominado Proyecto 2025, la plataforma ultraconservadora con la cual gobernaría el republicano de regresar a la Casa Blanca y la que trata de contraponer a su agenda.
Al menos 17 demócratas del Congreso exhortaron públicamente al presidente que abandone la candidatura porque no creen que logre evitar el naufragio en noviembre, mientras fuertes donantes, al parecer, taponearon la tubería del dinero, y eso sí sería un problema, porque hacer política en Estados Unidos cuesta, y mucho.