La colaboración cubana tiene su presencia en el Estado venezolano de Cojedes, tierra llanera, de gente sencilla, humilde, amante de la tranquilidad y de esos parajes prósperos, donde la agricultura y la ganadería son las fuentes principales de riquezas. En los nueve municipios del territorio hay personal médico, con 275 especialistas de la isla, quienes trabajan con entrega y sentido de pertenencia en diez Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y un Centro de Alta Tecnología (CAT).
Algo que ha sido posible gracias a la Misión Barrio Adentro, como lo explica el Doctor Jorge Luis González Suárez, Jefe de las Misiones Sociales en Cojedes, quien ratifica “su nombre lo dice, Misión Barrio Adentro, ha sido un proyecto creado por los dos líderes históricos, los Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, cuyo principal objetivo es llevar salud a quienes más lo necesitan, eso es lo que hacemos, ir con nuestros servicios a los más humildes”.
Cojedes está ubicado en la región central de Venezuela y limita con los Estados de Carabobo, Yaracuy, Guárico, Barinas, Lara y Portuguesa. Pero ¿cuáles son las principales patologías que tienen los cojedeños, de acuerdo con los diagnósticos de los especialistas cubanos y de la hermana nación?
“Hay patologías crónicas no transmisibles que se presentan con mayor regularidad en la capital, San Carlos y las principales cabeceras del Estado, entre ellas la Hipertensión Arterial y la Diabetes Mellitus, las cuales son las enfermedades de más prevalencia, además, tenemos una localidad muy lejana que se llama El Baúl, donde se presentan patologías como el dengue y las picaduras de serpientes”, afirma el Jefe del CDI.
Para elevar los indicadores de salud del pueblo, crear una cultura sanitaria, desarrollar mejores hábitos de vida, prevenir y diagnosticar enfermedades, los especialistas cubanos y venezolanos prestan diversos servicios, además de caminar hacia las comunidades.
“Vamos a las consultas, en cada centro tenemos especialistas de Medicina General Integral, Salas de hospitalización, servicios de Ecografía, Fisiatría, Endoscopia, Oftalmología, hacemos jornadas de salud en cada lugar y realizamos trabajos comunitarios para identificar en el terreno las enfermedades, los casos que necesitan una atención más individualizada, ahí estamos llevando salud, porque nos caracteriza el sentimiento de ayudar al que más lo necesita”, refiere el Doctor González Suárez.
Las dificultades para llegar hasta sitios muy distantes como El Baúl, en el municipio de Girardot, no han sido barreras para que las Brigadas Médicas Cubanas acudan hasta allí, donde también funciona un Centro de Diagnóstico Integral.
“El CDI más alejado “Antonio José de Sucre” está en esa localidad, a la cual se llega después de más de tres horas de camino, es una población que, además, tiene comunidades cuyo acceso es por vía marítima, hay que tomar lanchas, y se hace muy complejo, pero con la ayuda de la población no hemos dejado de prestar nuestros servicios en esa zona tan apartada”.
Una de las fortalezas del trabajo de la Brigada Médica Cubana es la fusión con los expertos venezolanos y con la dirección de salud, cuyos máximos representantes también comparten jornadas de trabajo, incluso “el Doctor que es autoridad única de salud en el Estado está muy comprometido, nos ayuda, tenemos tres CDI con actividad quirúrgica, pero actualmente, por la situación de los quirófanos, sólo se opera en el “Libertad de Cojedes”, y ahí, junto a nuestro equipo y a otros especialistas venezolanos, este galeno efectúa operaciones; ya tenemos en proyección recuperar la actividad quirúrgica de todo el Estado, y para ello se ha hecho evidente la cooperación y la integración con la dirección del territorio, los representantes del sector, y con la Fundación Barrio Adentro, estas relaciones marchan sobre ruedas”, afirma el Doctor Jorge Luis.
De ahí que la acogida de los pobladores sea muy favorable porque, esencialmente “le brindamos el amor y la atención que esperan cuando llegan al centro asistencial, establecemos la empatía, nos interesamos en saber qué tienen, qué problemas les agobian, no sólo se trata de indagar por la patología, sino ver al paciente como un ser sicosocial y eso ha influido en la satisfacción del pueblo cojedeño”, nos explica.
Para este joven médico cubano, estar en Venezuela y dirigir un colectivo ha sido una escuela.
Con mucho orgullo nos dice: “Tengo 34 años, no había dirigido nunca, recién graduado llegué a Venezuela y se me dio la tarea de asumir en el Estado Delta Amacuro, esto me preparó, la dirección de la Misión Médica creyó en mí para estar al frente de este colectivo, donde hemos alcanzado logros, pero no es un éxito individual, es el resultado de un equipo de los 275 colaboradores que trabajamos en el Estado, la clave ha sido el sentido de pertenencia, la unidad y la interrelación con las autoridades venezolanas, con la Fundación Barrio Adentro, con todos los que interactúan con la misión cubana, a favor de cumplir nuestro propósito más sagrado, que es preservar la salud del pueblo”, concluye.
Ahí está en Cojedes, tierra llanera, la presencia imprescindible, respetada y querida de la Colaboración Médica Cubana.
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