Al menos siete personas, dos de ellas menores de edad, fallecieron en los últimos dos días en medio de las protestas en Perú, de acuerdo con el balance de última hora proporcionado por la defensora del Pueblo, Eliana Revollar.
Todos murieron por proyectiles de armas de fuego, según Revollar, quien ha pedido una investigación de esos casos y agregó que también hay al menos 32 heridos entre civiles y 24 más, entre policías.
Aunque también se han registrado protestas en la capital, Lima, las manifestaciones han sido particularmente intensas en las zonas rurales que fueron bastiones del destituido presidente, Pedro Castillo, un exmaestro de escuela, procedente de un distrito pobre de los Andes.
Perú se mantiene en vilo, ante las masivas movilizaciones que se han desarrollado en al menos siete departamentos del país, protagonizadas por los seguidores de Castillo, pese a que la nueva mandataria, Dina Boularte, cedió ayer a demandas de la calle.
Boularte prometió entregar al Congreso una propuesta para adelantar las elecciones a abril de 2024, dando marcha atrás a sus declaraciones anteriores de que permanecería en el poder por los 3 años y medio que le restaban al periodo de Castillo.
Pero los manifestantes exigen un llamado inmediato a elecciones generales, el cierre del impopular Congreso y, en menor medida, la convocatoria a una Asamblea Constituyente, así como la salida del poder de Dina Boluarte, quien decretó estado de emergencia en provincias del sur.
Las principales carreteras del país están bloqueadas en poblaciones, sobre todo del sur, donde el apoyo al expresidente es mayoritario.
El tránsito de trenes entre la ciudad peruana de Cusco y Machu Picchu, la famosa ciudadela inca, se suspendió este martes debido a la convocatoria a manifestaciones de protesta de diferentes organizaciones sociales del Cusco.
El aeropuerto internacional de Cusco fue cerrado este martes después de que manifestantes trataran de ingresar de manera violenta a sus instalaciones.
Algunas regiones de Perú anunciaron la suspensión de las clases presenciales de cara a una huelga indefinida convocada a partir de este 13 de diciembre por gremios agrarios y organizaciones campesinas e indígenas que se oponen al Gobierno de Dina Boluarte.
La socióloga y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Marcos, y exministra peruana de la mujer, Anahí Durand, comentó a la agencia noticiosa rusa Sputnik que entre los partidarios de Pedro Castillo existe solidaridad con su figura ante el «escarnio» al que ha sido sometido.
Durand consideró que toda la información disponible hasta hoy deja claro que Castillo No intentó ni hizo un golpe de Estado sino que fue una maniobra fallida y desesperada ante un Congreso que estaba asediándolo.
En ese contexto de enfrentamiento de poderes, Durand destacó que hay un sector que respalda a Castillo como presidente, quien tenía más del 30 por ciento del respaldo popular contra un seis por ciento de apoyo al legislativo.
La sociologa y docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Marcos lamentó que, desde el Congreso, estén en una suerte de vorágine revanchista que solamente genera odio en la ciudadanía, al levantarle la inmunidad a Castillo para que sea procesado, vulnerando la Constitución y dándole la espalda a las protestas de la gente, con un mensaje claro, los indios y campesinos no se pueden salir de su lugar, claro ejemplo del histórico desprecio de las elites de la capital, Lima.
En diálogo con la agencia noticiosa Sputnik, el periodista peruano Percy Katari coincidió también en que lo sucedido a Castillo no es más que un escarmiento para todos los indios, marginales, provincianos, para que no se atrevan a patear el tablero y querer tirar a la basura la Constitución del dictador Alberto Fujimori.
Katari opinó que al declarar la nueva presidenta, Dina Boularte, de que logrará un acuerdo con el Congreso y adelantará las elecciones para 2024, le está haciendo la jugada a la derecha y muestran su verdadero interés, que es garantizar el desarrollo del sistema neoliberal y por eso no quieren cambiar la Constitución.
Ayer, desde la cárcel donde permanece recluido por el presunto delito de rebelión, Pedro Castillo denunció a través de una carta difundida en su cuenta de Twitter, que fue humillado, incomunicado, maltratado y secuestrado, al tiempo que calificó de «usurpadora» a la actual presidenta peruana.
Fuente: Noticiero Nacional de Radio