Alionuska: devolver la esperanza

Milan Díaz es un niño inteligente, rápido en sus respuestas, desinhibido, juega con cualquier objeto que se ponga en sus manos.

Milan acompañaba a sus padres a la Sala de Rehabilitación, donde el papá recibía sesiones de Fisioterapia en la Sala de Rehabilitación del Centro de Diagnóstico Integral “María Eugenia González”, ciudad Fuerte Tiuna, en Caracas; pero su mamá quiso que los especialistas diagnosticaran al pequeño, porque la familia y sus maestros le habían detectado trastornos en el lenguaje, de inmediato las puertas de la consulta estuvieron abiertas. 

Fue Alionuska Aguilar Correa, Licenciada en Educación Especial, defectóloga, quien atendió con su dulzura y profesionalismo a Milan.

“Al niño me lo traen a consulta -dice la experta-, la mamá refiere que tiene dificultades en la pronunciación de algunas palabras, y que aprecia  trastornos en el lenguaje del pequeño, en efecto, nosotros corroboramos esa hipótesis, y es que Milan ha tenido pobre estimulación para su comunicación desde la propia familia, los niños cuando empiezan a hablar dicen palabras cómicas y sus padres no los corrigen porque les da gracia; pero cuando empiezan en la escuela, los docentes se dan cuenta de que hay retraso en el lenguaje y los remiten a nuestras consultas”, explica.

Sin embargo, dice Alionuska que sólo con siete u ocho sesiones de terapia, Milan podrá resolver sus problemas del lenguaje, pues es un niño inteligente, cooperativo, lo cual contribuye a su mejoría de inmediato.

“Para mí, cuando se ayuda a un niño y yo puedo corregirlo, compensarlo (como es el caso de Milan), es lo más grande que puedo tener como profesional, los padres nos agradecen por los cambios en el habla de su niño que hasta ha sufrido de bulling, incluso son aislados en el aula porque no se comunican; entonces para mí, que esos pequeños mejoren su lenguaje es un sentimiento incomparable, significa la cumbre de mi profesión”, confiesa esta respetada profesional.

Alionuska es una de esas mujeres, colaboradoras cubanas en Venezuela, que convierten en milagro lo que muchos creen imposible.

“Yo me siento orgullosa, las colaboradoras que sirven aquí en Venezuela somos muy reconocidas, somos un horcón importante, todas estamos muy dispuestas para lo que nos necesiten, y para poner en alto el nombre de nuestro país”, expresa.

Ailén Victoria Morén Silva es la madre de Milan y hoy está muy feliz porque “la doctora es excelente, tiene mucha reputación aquí, es una magnífica terapeuta, enseguida que llegamos, Milan ha respondió a los ejercicios que ella le puso, jugó, le enseñó animales, letras, colores y mi hijo estuvo muy activo, repitiendo las palabras que ella le corregía, le doy las gracias porque me lo atendieron con esa calidad, y tengo muchas expectativas de que el niño hablará mejor muy pronto”.

Y ahí está Milan, con respuestas sugerentes, jugando, haciendo reír a todos, y amparado por una mujer cubana, defectóloga que ama lo que hace, porque en su criterio “es muy gratificante cuando pasan tres o cuatro terapias y empieza a hablar diferente, los padres nos abrazan y nos dicen ¡Doctora, el niño habla mejor”.

Hoy esta especialista cubana, del municipio villaclareño de Encrucijada, a punto de cumplir su misión y regresar a la patria, sabe que el amor es la clave para vencer obstáculos y conquistar resultados en su profesión, para ver totalmente recuperados a cientos de niños como Milan, que reciben terapias de cariño y esperanzas.

Con lágrimas en sus ojos nos asevera que “cuando salimos del país, dejamos hijos, familiares, siempre estamos entre dos aguas, tenemos la añoranza de nuestros seres queridos, y venimos a ofrecer lo mejor de nosotros, con la añoranza de las familias, pero siempre cumplimos nuestro deber de la mejor manera, para mí como mujer es una tarea muy importante, de crecimiento personal y profesional, nos vamos con la satisfacción del amor que damos, pero también del que recibimos por la población venezolana, y eso jamás lo vamos a olvidar”.

Cuando se enaltece a las mujeres del mundo, estas palabras de una especialista cubana son razones suficientes para honrar a las colaboradoras de nuestro país, esas que en cualquier pedacito de esta tierra amada venezolana, devuelven la esperanza.

Detalles en la propuesta radial.

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