Alexis y los sonidos mágicos que regala el escenario

La vida tiene sonidos mágicos: el murmullo de una multitud, la voz nítida de un artista, el aplauso que gratifica, la sonrisa de un niño. Así, al menos, lo siente el instructor de arte cubano Alexis Espinosa Figueredo, pues, según dice, todos ellos confluyen sobre un escenario venezolano, cada vez que se presenta una Colmenita Bolivariana.

El asesor de la Misión Cultura Corazón Adentro en el estado venezolano de Monagas se siente, por ello, afortunado. Convertir esfuerzo en arte lo impulsan a trabajar con niños de las comunidades más vulnerables de Maturín y otros municipios.

“La vida cultural en Monagas está activa. Se mantienen trabajando 5 Colmenitas Bolivarianas y, por la parte de la Misión Médica Cubana, también se ha logrado sostener un fuerte movimiento de artistas aficionados.”

Ya en su segunda misión internacionalista, Alexis sigue recogiendo historias y sonrisas de sus niños. También, con orgullo, el placer del aplauso final.

“Es un impacto que te estremece, porque es un logro que está obteniendo con esos niños. Muy emocionante. Y cuando llega el momento de la puesta en escena, que todos aplauden a los muchachos, que el público reconoce el trabajo que se ha hecho… eso da un orgullo inmenso.”

Alexis lleva poco más de año y medio en Venezuela. En este tiempo, ya ha vivido anécdotas tan interesantes como la de la niña que quiere hablar como él. “Tiene 5 años y dice que quiere hablar como nosotros, los cubanos. Dice que solo deja la Colmenita Bolivariana cuando yo regrese para Cuba.”

En Monagas, el instructor de arte Alexis Espinosa se dice feliz. Allí, como asesor de la Misión Cultural Corazón Adentro, vive la fortuna de escuchar algunos de los sonidos mágicos que regala la vida:

el murmullo de una multitud que espera, el aplauso que agradece, la voz nítida y la risa de un niño que crece cada vez que, sobre un escenario, aparece una Colmenita Bolivariana.

“Desde que llegué, he tenido buenas relaciones con el pueblo venezolano y con el equipo de las Misiones Sociales Cubanas. Me siento muy bien aquí, aunque extraño mucho a mi gente de Oriente. Pero me siento en familia. Quiero seguir echando pa´lante, con los niños.”

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