El embajador de Rusia en Washington, Anatoli Antónov, advierte que la segunda edición de la Cumbre por la Democracia, organizada por Estados Unidos, puede «cultivar ideas extremadamente peligrosas de exclusividad».
La revista Newsweek publica una entrevista a Antónov en la cual señala que Occidente debería renunciar a sus intentos de «usar la doctrina de los derechos humanos» para promover sus «juegos geopolíticos», que «destruyen la soberanía de los Estados», y para «justificar su dominio político, financiero, económico e ideológico». En esta línea, el alto diplomático resalta la importancia de preservar los principios del derecho internacional como la igualdad soberana y la no injerencia en los asuntos de otras naciones.
«Esto sería una verdadera manifestación de democracia y evitaría un deslizamiento hacia el caos. Rusia está preparada para este trabajo», insiste el embajador. También destacó que la defensa de la democracia y de los derechos humanos no debe utilizarse como «una herramienta para ejercer presión contra otros, especialmente contra países indeseables». La politización de este tema solo conlleva al «aumento de la tensión en las relaciones internacionales», añadió.
El jefe de la misión diplomática rusa insistió en que «los esfuerzos para eliminar las imperfecciones solo pueden ser universales y no basados en coaliciones bajo el lema de “quién no está con nosotros, está contra nosotros».
Por otra parte, el embajador denuncia que los organizadores de la Cumbre, incitan a otros participantes a optar por «un odioso lenguaje antirruso en el borrador de la declaración final conjunta». En esa línea, asegura tener la sensación de que este año Washington posee como fin crear «una coalición de derechos humanos contra Moscú y arrastrar a los socios a trampas antirrusas».
Antónov se mostró incrédulo sobre la inclusión en la agenda de la cumbre de cuestiones como el desarrollo tecnológico, y sostuvo que, por medio de esta reunión, se está promoviendo la idea de que «es necesario restringir el acceso a tecnologías avanzadas para lo que Washington considera “regímenes autoritarios”. En ello se hace hincapié en que, detrás de esa retórica de la Casa Blanca, se oculta un «frío cálculo» conducente a «establecer un control global sobre el mercado innovador y a distribuir unilateralmente todos los beneficios en función de sus intereses».
Reseña la cadena RT que la citada Cumbre se celebrará los días 29 y 30 de marzo en formato virtual bajo la copresidencia de Estados Unidos, Zambia, Corea del Sur, Costa Rica y Países Bajos.