Las relaciones bilaterales entre Cuba y China datan de hace más de 6 décadas y han tenido una evolución ascendente a lo largo de la historia. Hoy se habla de una Comunidad de Destino Compartido entre ambas naciones.
El gigante asiático ofrece al mundo, ante la Organización de las Naciones Unidas, el concepto de un Futuro Compartido de la Humanidad sobre la base de que todos vivimos en un mismo planeta y somos poseedores de los mismos recursos.
El investigador y profesor titular del Centro de Investigaciones de Política Internacional, Ruvislei González Sáez, señaló que la propuesta del gigante asiático no es asumida de manera positiva por los países occidentales,” Estados Unidos concibe a China como su principal amenaza y ha tratado de buscar iniciativas para contrarrestar las suyas. A partir de ahí China desarrolla una serie de acuerdos bilaterales, de nivel superior a las asociaciones estratégicas integrales o de otro tipo, con países del sudeste asiático, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños y con Cuba.
Subrayó que dentro de ese grupo de países, incluir a Cuba, denota también un carácter especial de las relaciones. Crear una comunidad de destino compartido que pueda beneficiar a ambas partes y puedan aprovechar todas las oportunidades para mejorar el nivel de vida de las sociedades.
Se han dado importantes pasos en la consolidación de dicha propuesta, la inserción de Cuba en la iniciativa de la Franja y la Ruta, además de los convenios de cooperación en sectores estratégicos como el de las energías renovables y la agricultura, entre otros.
El académico reconoce que aún existen potencialidades por explotar en el sector económico financiero y que representa un reto importante para el modelo económico productivo de la isla, en su condición de país bloqueado e incluido en una lista de países patrocinadores del terrorismo.
“Hoy China dispone de un sistema de pago interbancario y trasfronterizo, (CIPS), que funciona como modelo alternativo al SWIFT estadounidense. Sistema que impide las transacciones de Cuba a partir de las sanciones del bloqueo por las cuestiones vinculadas al uso del dólar y que tienen la capacidad de hacer la persecución financiera”, argumentó.
Agregó que el CIPS aún no está muy desarrollado pero ha ido logrando pasos. Ese puede ser un modelo alternativo para que Cuba realmente avance en ese mutuo beneficio, en ese destino compartido que está presentando China.
En el campo de las investigaciones también se pueden buscar nuevas oportunidades, no solo hacia la biotecnología, sino también con estudios conjuntos asociados a la inteligencia artificial, entre la Universidad de Estudios Internacionales de Hebei y la Universidad de Camagüey, así como el turismo con la apertura de la línea directa Air China.
El también Coordinador Nacional de las Sección Cubana de Asociación de Estudios Latinoamericanos sobre Asia y África definió de oportuno incrementar las inversiones china en la isla, algo que, a su juicio, pudiera promover el desarrollo no solo nacional, sino la cooperación que puede permitir el asentamiento de empresas chinas en Cuba.
Dijo que, dichas inversiones, pudieran además moverse hacia otros países del área, lo cual es destacable a partir de los compromisos que ha tenido Cuba con la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) y acuerdos comerciales con la Comunidad del Caribe (CARICOM),” las inversiones no solo estarían enfocas hacia el desarrollo endógeno en Cuba, sino pudieran potenciar la exportación hacia otros terceros países.
El entendimiento y respeto entre civilizaciones, concepto que promueve China, en su iniciativa global, resulta esencial para avanzar en la construcción de una Comunidad de Destino Compartido, de ahí la necesidad de potenciar el intercambio pueblo a pueblo y la complementariedad de sus culturas.
González Sáez, señaló que la mayor de Las Antillas todavía tiene mucho que ofrecerle a China, con especial énfasis en el campo de la biotecnología y el desarrollo de las neurociencias, ”Cuba no es solamente un país receptor, sino que contribuye al desarrollo de la nación asiática a partir de sus recursos humanos. Hoy muchos de estos profesionales preparan y forman personal en instituciones científicas en China”.
Las relaciones bilaterales entre Cuba y China, arribarán el próximo año a su 65 aniversario. Este pudiera ser un punto de inflexión para abrir una nueva etapa en sus relaciones basadas en la cooperación mutua, la globalización de la solidaridad y la conformación de un mundo más equilibrado.
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