José Luis Tassende

A propósito del centenario del mártir José Luis Tassende

Por: Silvia Ivonne Albelo Medina.

José Luis Tassende de las Muñecas fue un joven revolucionario que participó en el Asalto al Cuartel Moncada.

Nació el 15 de enero de 1925, en Manzanillo, luego residió por un tiempo con su familia en Santiago de Cuba y cuando contaba con cerca de once años emigraron hacia La Habana, debido a los problemas económicos. En la capital continúa los estudios como becario de la institución Inclán, en Carmen y Cortina en La Víbora. Durante su estancia en el Colegio Salesiano había conocido a Fidel y a Raúl con los que compartió jornadas deportivas en encuentros beisboleros o de baloncesto, que con el tiempo tuvo que abandonar para ganar el sustento.

Su carácter alegre y jovial le hacía ganar amigos constantemente, entre ellos estaba su gran compañero Raúl, hermano menor de Fidel.

Pepe Luis cooperó con la expedición de Cayo Confites. Un poco más tarde, se vincula al Partido Ortodoxo, fortaleciéndose entonces la vieja amistad con el estudiante de derecho Fidel Castro. Martiano sincero, halla en la obra del Apóstol armas para la gran tarea que se avecinaba. Bajo la dirección de Fidel se integra a las prácticas de tiro, mas no descuida sus lecturas formadoras en los escasos ratos que el trabajo le dejaba libre, lo que se advierte en sus apuntes, despojados de toda retórica, donde plasmaba su pensamiento:

Entrar en la revolución es vivir en ella.

Y deja escrito en su íntimo testamento de combatiente:

Es poco el sacrificio que hagamos para el bien que conquistaremos.

José Luis Tassende participó en los trajines organizativos del Movimiento Revolucionario 26 de Julio y en el asalto al Cuartel Moncada.

El día de la Santa Ana logra penetrar al interior del cuartel, pero casi al instante regresa herido en una pierna, se reclina en una columna que está dentro de la garita, le entrega nuevamente la ametralladora a otro compañero y se cubre la cara con una gorra. Al parecer, cayó rendido por el agotamiento y debilitado por la herida, allí fue apresado por la jauría sedienta de sangre. Lo llevan para una de las oficinas del cuartel y lo tiran al piso. Fue asesinado estando herido.

Cuenta Marta Rojas, cronista excepcional de esos acontecimientos, que un fotógrafo al servicio de los militares tomó una instantánea de Tassende herido, pero mantenía la mirada resuelta, en medio del peligro mortal. Enredados en su propia madeja, los batistianos se confunden y sitúan la foto en los llamados cuadros de honor de algunos cuarteles de la provincia oriental, convencidos de que se trataba de un soldado del régimen. Cuando se dan cuenta de su error, había trascendido que el joven que serenamente miraba al porvenir era un legítimo representante de la Generación del Centenario.

Han pasado muchas décadas, pero siempre se recuerda el gesto del General de Ejército Raúl Castro, quien en la inauguración de la Ciudad Escolar, alzó en sus brazos a la pequeña hija de José Luis y exclamó conmovido:

Y hoy, Temita, mira aquí la obra de tu padre.

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